Salimos de Bilbao tempranito, con un día bastante bueno, cuando llegamos a Balmaseda nos sumergimos en una cerrada niebla que nos acompañó hasta pasado El Cabrio. Hicimos la primera parada en Agüera para las compras de rigor, miel (para llevar a casa), morcillas (unas para casa y otras para comer en Sedano, acompañando a las lentejas), Mikel se llevó hasta un saco de 25 Kgs. de patatas.
A medida que avanzaba la mañana, el cielo se iba limpiando hasta acabar con un día espléndido y llegamos a Orbaneja del Castillo con un sol reluciente .
Aparcamos el coche a la orilla de la carretera, debajo de unos nogales y lo primero que hicimos, sin pretenderlo, fué llenar un saquito de nueces. Subimos al pueblo, hicimos la visita y las fotos de rigor, sin entrar a la cueva del agua (había que pagar), bajamos hasta el rio (Ebro) dimos un paseito, volvimos al coche y nos dimos el piro.
De alli nos fuimos a visitar los campos de Valdeajos, donde se encuentran los pozos de extracción de petroleo que tanto dieron que hablar en su día y estuvimos viendo de cerca la máquinas de prospección, que aparte de viejas, parecen de la Señorita Pepys, comparadas con las que se ven en la tele o en el cine, pero bueno hacen su función.
De aqui nos dirigimos a Covanera con la sana intención de tomarnos un merecido marianito y unas aceitunas, pero antes, y como se encuentra tan solo a unos 400 mts. del bar, el Joyas nos llevó (a pié) a ver el Pozo Azul, que es una surgencia de agua cristalina que sale de una cavidad subterranea que se encuentra sin explorar por completo, se trata de la galeria inundada mas larga de España, hasta el momento los espeleobuceadores han llegado hasta una distancia de casi 4.000 mts con dos sifones de una profundidad de 70 mts. Después de esta visita cayó el tan ansiado aperitivo, que ya iba siendo hora.
Y ya sin más preámbulos nos dirigimos directamente a Sedano y mientras se calentaba el puchero, el Joyas nos enseñó la casa (que por cierto, le ha quedado de maravilla), nos sentamos en la mesa y dimos buena de las lentejas y las morcillas de Agüera fritas con unos huevos, y aún nos quedó sitio para una cesta de nueces de la zona , unas recogidas por nosotros y otras regalo del vecino del Joyas.
Para bajar la comida, como hacia buen tiempo, nos fuimos dando un paseo por la orilla del rio (Sedanillo) hasta el pueblo y subimos a visitar la iglesia, que se encuentra en un alto desde donde hay una panorámica muy bonita de todos los barrios que conforman Sedano. Tras respirar un poco de aire puro desde esta atalaya, volvimos a casa por la carretera, recogimos los bártulos y emprendimos la vuelta a Bilbao.
En definitiva, que pasaamos un buen dia.
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