jueves, 23 de mayo de 2013

PAIS ALBIGENSE

LLegado un año mas el puente del primero de Mayo y siguiendo lo que ya se ha convertido en una tradición, el equipo compuesto en esta ocasión por Mikel y Rosa, Patxi y Angelines, Mikel y Marisol, Pablo y Marian y Mercedes nos dirigimos a pasar unos días a La France, al departamento de Tarn, corazón de Occitania, para conocer su capital, Albi y los pueblos  medievales de sus alrededores.

En esta ocasión como el puente era un día mas largo, salimos el Miércoles 1 de Bilbao a las 9 de la mañana y después de realizar el correspondiente recorrido con la furgoneta (como si de un taxi se tratara) por los respectivos domicilios, recogiendo al personal, cogimos la autopista por el corredor del Txoriherri aproximadamente a las 10 H. y tras pasar la frontera por Behobia en tres horas mas o menos llegamos al área de descanso de Pirenèes, donde realizamos el avituallamiento de rigor:


Después de quitar el hambre (y la sed) continuamos placidamente el viaje hacia nuestro destino, llegamos a Albi sobre la 5 de la tarde, directamente nos dirigimos al hotel Le Cantepau (nuestra sede durante 3 noches) el hotel estaba en una calle tranquila al otro lado del rio pero a la vez bastante céntrico y las habitaciones bastante bien, por encima de la media de lo que sueles encontrate en Francia.
Nada mas instalarnos, dejamos la furgo aparcada a la puerta del hotel y nos dirigimos, a pié a visitar el cogollo del casco histórico de la ciudad:

Nada mas pasar el rio, por el puente nuevo, nos dirigimos al lugar mas emblemático de la ciudad, la gran plaza donde se erige la monumental catedral de ladrillo rojo de Santa Cecilia, con su aspecto exterior de fortaleza que sin duda tenía el objetivo de fijar la supremacía de la iglesia católica sobre la herejía del catarismo.


Y a su lado lo que fué el palacio episcopal llamado La Berbie y que hoy alberga el museo de Toulouse-Lautrec.











Rodeado de unos bonitos y cuidados jardines.

Santa Cecilia es el edificio construido de ladrillo mas grande del mundo, sorprende el contraste exterior de fortaleza defensiva con la gran belleza y riqueza de su decoración interior, el coro de piedra blanca, es espectacular y tanto las paredes como las bóvedas del techo totalmente decoradas con pinturas de color azul "azul real", realizadas por maestros italianos de la época, son una pasada, puedes acabar con el cuello hecho unos zorros de mirar para arriba y el órgano, no se como sonará, pero bonito es un rato largo. Todo esto hace que sea una de las catedrales mas bonitas y mas visitadas de Francia.

 A nosotros nos gustó mucho, cobran 3 euracos por la visita, pero merece la pena.

Después de tirarnos mas de una hora viendo esta marvilla, hasta que nos echaron porque cerraban, salimos a deambular por el exterior, callejeando por el casco antiguo recorriendo sus rincones mas recónditos, como el bonito claustro de Saint Salvy.


No nos resistimos a bajar hasta el rio Tarn, realizando un bonito paseo por su orilla contemplando sus puentes de ladrillo y la prespectiva de la ciudad desde su ribera.

Luego seguimos paseando y admirando las bonitas fachadas de muchas de sus típicas casas, hasta que se hizo de noche y la gazuza empezó aflorar en el ánimo del "pipol" por lo que, sin demora, buscamos (y encontramos) un restaurante muy mono para cenar.


Después de un poco de tertulia, pués el camarero del restaurante era español y nos contó sus batallitas, nos fuimos poco a poco ha retirarnos al hotel, admirando Albi La Nuit.

.
El Jueves día 2, tras un aceptable desayuno buffet en el hotel, nos pusimos en marcha para visitar el pueblo de Cordes Sur Ciel, situado a unos 25 km. de Albi, con la etiqueta de ser el pueblo mas bonito de Francia, estos franceses son la pera, tienen por lo menos una treintena de pueblos con ese privilegio reconocido.

 La verdad es que se trata de un pueblo medieval muy pintoresco y que bien merece una detenida visita.
   
tras recorrer sin prisa sus callejuelas admirando su bien conservada arquitectura, con algunos edificios relevantes, nos embarcamos de nuevo en la furgo para cambiar de aires.


Por una sinuosa carretera, después de casi 40 km. de recorrido, llegamos a Najac, otro pueblo pintoresco enclavado a lo largo de una cresta montañosa y con un prominente castillo en lo alto de un picacho.
Lo primero que hicimos fué subir hasta el castillo, y !oh sorpresa! estaba cerrado.


Seguidamente recorrimos todo el pueblo (una pura cuesta) de abajo arriba y como era la hora de comer estaba desierto, para sacar fotos !mejor!
Y como a nosotros tambien se nos despertó el apetito, nos hicimos un homenaje con un variado y sabroso pic-nic en una mesa de la plaza mayor del pueblo !como los señores!.


Después d e tomar unos cafés en un bar, que nos costó lo suyo encontrar abierto, pués en Francia tienen unos horarios bastante raritos, nos pusimos de nuevo en marcha poco a poco de vuelta a Albi.
Por el camino de vuelta visitamos varios pueblos que nos pillaban de camino, Caylus, que no tiene  gran cosa para ver, eso sí, compramos unos rilletes de cannard para el pic-nic de mañana, y  

 









Saint Antonin Noble Val, situado en medio de las gargantas del rio Aveyron, que es bastante mas bonito y bien merece una parada.

De aqui, regreso al Hotel, otro callejeo por Albi y a cenar, con tranquilidad, ya que los franceses van entrando en vereda y hay cantidad de restaurantes que dan de cenar hasta las 11.

El Viernes día 3 realizamos otra "gira" visitando varios pueblos medievales, que por estos lares hay unos cuantos;

Empezamos por Castelnau de Montmiral,












donde lo mas bonito es su plaza y lo mas valioso, segun ellos, es una gran cruz que guardan como oro en paño en su iglesia, pues dicen que contiene reliquias de los doce apóstoles.


Continuamos nuestra ruta visitando Puycelci, otro pueblecito con rincones  muy bonitos,













De aqui nos fuimos a Bruniquel, antigua plaza fuerte donde destacan las siluetas de sus castillos (el viejo y el nuevo) erigidos al borde de un acantilado sobre la confluencia de los rios Vére y Aveyron ,

el pueblo tambien está incluido entre los mas bonitos de Francia, forma parte del camino de Santiago y es un laberinto de empinadas callejuelas empedradas, dode hay gran número de mansiones de piedra

Visitamos los castillos por dentro, que por cierto están bastante destartalados y sin ningún mueble (cobran 3 E.) y yo creo que no merece la pena, lo único que se salva es la galería renacentista del castillo nuevo con vitas sobre el rio.


Al acabar la visita, el tanto subir y bajar cuestas nos abrió sobremanra el apetito por lo que, sin mas demora, buscamo un sitio al lado del rio para meterle mano, con avidez, al cajón de las viandas.



Ya por la tarde, de camino de vuelta, visitamos Rabastens, su iglesia de Notre-Dame du Bourg, del siglo 13, es patrimonio de la humanidad (antes que la de Albi) pero se encuentra en un lamentable estado de conservación y no merece mucho la pena su visita, y Gaillac que es donde se encuentra el viñedo mas antiguo de Francia, en su oficina de turismo hay una exposición y degustación de las diferentes variedades de vino de la zona, pero que casualidad, llegamos tarde (a las 6,30 y cerraban a las 6 H), asi que nos confomamos con visitar la abadia de Saint-Michel y comprar un par de botellas de vino en una tienda.


De aqui, directamente a Albi, dejar la furgo en el hotel y dar unas vueltitas por el pueblo antes de buscarnos la vida para cenar.

El Sábado día 5, después del desayuno, recogimos nustras pertenencias y nos fuimos del hotel, dando por terminada nuestra visita a Albi y alrededores. Nos dirigimos directamente a Toulouse, dejamos la furgoneta aparacada y nos dedicamos a patear el centro de la ciudad. Visitamos en primer lugar la Iglesia de San Sernín,


 luego nos dirigimos a la plaza del Capitolio,

 visitamos La Catedral, estuvimos dando un paseo por la orilla del Rio Garona,

 entramos en el conjunto conventual de Los Jacobinos, visitando su claustro y sala capitular

 y nos volvimos de nuevo al Capitolio para verlo por dentro, realizando un recorrido por sus salas de los ilustres,









 admirando sus bonitas pinturas murales, que a mi personalmente es lo que mas me gustó.


Después de visto lo visto, regresemos a la furgo y nos pusimos en camino, paramos en un área de descanso de la autopista para realizar la pertinente comida y continuamos rumbo a nuestro nuevo destino, Olorón Saint Marie. Cuando llegamos nos instalamos en el Hotel La Paix, que por cierto las habitaciones estaban de maravilla, después de dar un paseo por el pueblo,nos sentamos en un garito muy majo a tomar un refrigerio,

  y como había marcheta y nos gustó, nos quedamos a cenar.

El Domingo día 5 para terminar la excursión teníamos pensado cambiar completamente el chip, pasando de visitar pueblos y ciudades a hacer un recorrido por un entorno natural de extraordinaria belleza, las Gargantas de Kakueta, por eso madrugamos un poco para desayunar pronto y dirigirnos a los alrededores de Sainte-Engrâce donde empezamos el recorrido (previo paso por taquilla) de este bonito y estrecho cañon que forma el rio Uhaitza, el recorrido es de unos 4,5 km. y está acondicionado con pasarelas y barandillas para transitar, se tarda alrededor de 2 horas, ida y vuelta.
 













 En esta ocasión como habia exhuberancia de agua, todo el entorno y el curso del rio estaba precioso,

 y la cascada impresionante.


Así que el personal quedó encantado con el paseo, bonito colofón para este viaje.

Después de tomar un refrigerio en el bar de la entrada de las gargantas, emprendimos el regreso hacia casita, pasamos por Mauleón, breve visita a Saint Lean de Pie du Port y comida en sus alrededores

 y via Bayona a la frontera y a las siete de la tarde en Bilbao, y !!Kolorín Kolorado!!!...........

Para ver mas fotos de esta excursión. PinchaRuta Albigense AQUI: