martes, 10 de julio de 2012

POR TIERRAS ASTUR-LEONESAS



Como no podía ser de otra manera, llegada la primera semana de Julio, el equipo de "expertos" montañeros formado por los "abajo firmantes" se puso en marcha para realizar su tradicional andadura por esas montañas de Dios durante una semanita.


En esta ocasión tuvimos la baja del amigo Fernándo que andaba de viaje por el extranjero, pero por el contrario, recuperamos a Dioni, que aunque todavia está un poco renqueante de su rodilla se animó a acompañarnos y tambien tuvimos la incorporación al grupo de Fide, un nuevo y valioso fichaje.

Este año decidimos "explorar" parte de la Cordillera Cantábrica, desconocida para casi todos y preparamos la expedición dividida en dos sectores, la zona de los Mampodres en León y la zona de las Ubiñas en Asturias, que no están muy lejos la una de la otra, aprovechando el dia de "transición" para hacer otra ascensión en el puerto de San Isidro.

Lunes Día 2 (día de viaje).
Como viene siendo habitual, el lugar de concentración para la partida fué el Frontón de Sestao, alli nos presentamos todos a la 9 de la mañana, bueno algunos algo mas tarde, además el bueno de Jorge llegaba de viaje a las 8 y venía directamente del aeropuerto,  pero todos tranquilos pues no había demasiada prisa.

Después de los saludos de rigor y algún cafecito que otro, nos pusimos manos a la obra para estibar toda la impedimenta en la furgoneta de Erakus (habitual compañera de fatigas) y el coche de Dioni en esta ocasión, antes de ponernos en marcha camino de Castro Urdiales  para recoger a Oyón.
Una vez el grupo al completo, cogimos la autopista rumbo a Santander-Torrelavega-Reinosa-Aguilar de Campoo y ya por carretera Cervera de Pisuerga-Guardo,aqui pusimos el navegador con destino a Valporquero, pero habia dos (de Rueda y de Torio) y, que casualidad, pusimos el que no era, así que nos hicimos unos kilómetros extra hasta llegar a Valporquero de Torío que era el nuestro, donde se encuentra la famosa Cueva que queríamos visitar.

LLegamos alrededor de las 14,30 H. y con bastante hambre, así que como el entorno de la cueva está muy bien preparado con cantidad de sitios y mesas para hacer pic-nic lo primero que hicimos fué elegir el que mas nos gustó y sacar la viandas que llevábamos preparadas al respecto (como siempre, comida para una boda, !!no!! para dos).

Seguidamente unos cafés en el bar y a sacar las entradas para la visita de la cueva que empezaba a las 16,30 acompañados por un guia y otra media docena de despistados que habían caido un lunes por alli.

La visita duró 1,30 H. aproximadamente y visitamos siete salas, la verdad es que nos sorprendió y salimos muy contentos. La cueva es espectacular, de unas proporciones increibles y está muy bien acondicionada. mereció la pena pagar los 7 eurakos que nos cobrabaron la entrada.

Tras las prácticas de espeleología nos dimos una vueltina por el entorno, que es muy bonito y rápidamente pusimos rumbo hacia Puebla de Lillo, al hotel de concentración (Ruta del Porma) para instalarnos, salir un momento a conocer el terreno de operaciones y cenar (muy bien, por cierto). A continuación, breve salida nocturna, para bajar la cena.

Martes día 3 (Los Mampodres).
Nos levantamos a las 7 de la mañana, a las 7,15 desayuno, bastante frugal, coger las mochilas y a la furgo, pues teníamos 30 km., 45 min. de viaje, pues las carrtera se las trae, por el puerto de Las Señales, hasta Maraña, punto de partida de la excursión de hoy.
Después de aparcar convenientemente (al tercer intento) comenzamos a caminar, el grupo al completo, por una pista que va ganando altura en dirección SE hasta los prados situados en el circo formado por la cara norte bajo las cumbres a las que nos dirigimos.

 Aqui perdimos de vista a Sanvi y Oyón, que se quedaron por esos bonitos prados un poco a su bola.

El resto continuamos ganando altura por una pendiente herbosa hasta alcanzar el collado situado mas a nuestra izquierda, tras una breve parada para recuperar el aliento seguimos subiendo hasta llegar a la cumbre de la Peña Valjarto (2.038 mt.) primera cima de nuestro recorrido.

En este punto tras echar un trago de agua para refrescar el gaznate, Jon, Luisma y Rafa decidieron darse la vuelta y bajar por donde habian subido, el resto continuamos por el cordal cimero perdiendo un poco de altura y pasando a la vertiente sur para acometer la ascensión a la segunda cumbre del día la Peña del Mediodía (2.177 mt.) que alcanzamos sin ningún contratiempo pero con esfuerzo.


Tras otro pequeño receso, continuamos nuestro camino hacia el siguiente collado, pero aqui la arista se complica un poco y encima como no cogimos el camino adecuado tuvimos que echar el culo al suelo an mas de una ocasión, al llegar al collado encontramos los hitos que marcaban el camino, pero los volvimos a perder y no fuimos capaces de hallar un paso asequible para emprender el siguiente ascenso, entonces Dioni y Fide decicieron abandonar y bajar por la canal hacia el norte para volver a Maraña y el resto fuimos perdiendo altura (demasiada) para coger la ladera sur, que es la mas asequible y tras denodado esfuerzo por la pendiente y su largura, pues hubo que remontar todo lo que habíamos bajado, alcanzamos la Peña El Convento (2.156 mt.).
   
Ya solo nos faltaba una cumbre para completar la integral, pero la última ascensión pasaba factura al "pipol" que si la pierna, que si la bota me hace daño, que es mucho, pero después de comer un tentenpié, Josetxu, Jorge y yo sin pensarlo mucho arrancamos, bajamos al collado Valverde y emprendimos la subida hasta la cumbre de la Peña La Cruz (2.196 mt.), techo del macizo del Mampodre.

Dió la casualidad que en las inmediaciones de la cumbre nos encontramos con Calleja (el de TV 4), que por cierto no se quiso sacar una foto con nosotros, peor para el.
Sin perder demasiado tiempo emprendimos el descenso hasta el collado Valverde, donde nos reunimos de nuevo con Angel, Iñaki y Juanje y comimos todos con un poco mas de fundamento, incluso echamos unos tragos de vino.
Desde este collado ya emprendimos el descenso por una canal  ancha que baja por debajo del Cervunal, primero de hierba, con mucha pendiente y luego se mete en un pedregal bastante pestosillo, a mi por lo menos se me hizo eterna, hasta alcanzar los prados donde cogimos la pista por la habíamos subido, y sin mas llegamos a Maraña a la 4,45 H.
(Invertimos en todo el recorrido circular, 7,30 H en total)

En el pueblo solo nos entretuvimos para refrescarnos un poco, pués la gente que no habia hecho el recorrido entero estaba ya un poco cansada de esperar, así que nos cambiamos y nos fuimos a tomar unas birras al bar que hay en el alto del Puerto de Tarna, que nos pilla de paso para la Puebla de Lillo.

Tras una reconfortable ducha en el hotel salimos a dar una vuelta por el pueblo, a tomar unos claretes de la zona (prieto picudo), glorioso descubrimiento y unos pinchos que dan con cada consumición, y luego a cenar !una pasada!

Miércoles día 4 (Peña Ten)
Misma dinámica del día anterior, volvimos a repetir la misma ruta del día anterior con la furgo, pero esta vez hasta el pueblo de La Uña, un poco mas cerca, en las inmediaciones del pueblo sale una pista por la que nos metimos con los coches cerca de un km. aparcamos en un prado, cogimos los bártulos y para arriba por la pista, otros 3 km. mas, que va subiendo por el bonito valle de Valdosín, por la orilla del rio del mismo nombre, hasta llegar a unos refugios de ganado.

 Desde este lugar la cumbre no la llegamos a ver pués estaba tapada por la niebla pero continuamos subiendo por el camino perfectamente balizado con dirección al puerto de Ventaniela, límite con Asturias, tras recorrer poco mas o menos 1 km. abandonamos esta ruta para coger un desdibujado sendero de ganada que nos adentra en el valle de Cardal, entre la Peña Ten y la Peña Pileñes.

Vamos ganando altura "comodamente" junto al totrrente que baja por este recóndito valle en una ascensión, larga pero no muy pendiente, por terreno herboso que no machaca mucho los pies, hasta alcanzar el collado de Cardal, los asturianos le llaman el collado de las Arriondas, atalaya con vistas espectaculares de Picos de Europa, pero que en esta acasión nos tuvimos que conformar con No Ver Nada.


Aqui, Juanje y Dioni decidieron dar media vuelta pués estaba un poco "tocados" fisicamente y la pendiente que hay desde este lugar a las inmediaciones de la cumbre es peliaguda, de esas que te sacan el aire del pecho y calientan la orina.

Acometemos esta pindia subida con tranquilidad por un sendero muy evidente, al principo, pero que se va desdibujando hasta desaparecer, acabamos subiendo campo a través a "güevo" que dicen algunos, lo bueno es que ganas altura rapidamente. En Todo momento conservamos la esperanza que despejase del todo, pues la niebla entraba y salia sin parar.

Así llegamos por fin a la cumbre Peña Ten (2.142 mt.) y todo nuestro gozo en un pozo, la niebla, lejos de despejar se cerró aun mas y no pudimos disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece esta cumbre.


Después de comer un poco y hacer un par de fotos, como no se veía gran cosa, acometimos el descenso siguiendo la arista, por la vertinente opuesta a la que habíamos subido.

Fuimos bajando practicamente a ciegas, el personal un poco nerviosillo diciendo "donde iremos a salir" pero cuando la niebla fué quedando atrás, todo el mundo tranquilo al comprobar que llevábamos la dirección correcta y sin mas problemas llegamos de nuevo a la majada de Valdosín, donde nos reencontramos con Juanje y Dioni y todos juntos hicimos la comida "seria" del día, a la orilla del rio y con unas expectadoras de excepción.

Desde aqui hasta la furgo, coser y cantar, "paseando" por la pista a orillas del rio. (Tiempo total invertido en la excursión, 5,30 H).

Antes de volver al hotel nos dimos una vuelta por Burón, un pueblecito cerca de Riaño, pues alguno tenía ganas de conocerlo.

Ya en Puebla de Lillo, la rutina de siempre, ducha y "ruta" de vinos con sus respectivos pinchos, hoy tortilla de patata, prometida el día anterior por una gallega muy simpática que conocimos el día anterior, entre otras cosas. Por la noche, después de cenar, alguno, se fué de fiesta hasta altas horas, confraternizando con los lugareños.


Jueves día 5 (Pico Torres)
Después del desayuno, un poco mas tarde esta vez, y de liquidar la cuenta del hotel, recogimos los bártulos y salimos destino al Puerto de San Isidro, aparcamos los coches en La Raya, donde se accede a la estación de Fuentes de Invierno, desde este punte se ve perfectamente la esbelta cumbre del Pico Torres, nuestro objetivo de hoy.

Como el tiempo no estaba muy claro, la niebla iba y venía y ademas hacia un viento bastante frio, unido todo esto a que los ánimos de alguno, después de la noche anterior, no estaban muy "p'allá"  el personal empezó a rajarse y se montó una excursión alternativa al Lago del Ausente, cerca de la estación de esqui de San Isidro, solo aguantamos el tirón los incombustibles Angel y Un Servidor, que tiramos para arriba como estaba previsto.

Comenzamos la ascensión justo enfrente del Bar, dirección N por un camino entre piornales "escobas" que estaban mojadas y acabamos con las piernas bien refregadas fuimos superando lomas por camino poco evidente, al principio, ya nos engatamos alguna vez entre la maleza, luego ya cogimos la senda que circunvala el pico hasta el collado Valverde, ya por la otra vertiente y por una empinada canal herbosa, al final, al llegar a la roca hay que echar un poco las manos, alcanzamos la cumbre de Pico Torres (2.104 m.), sin mayores complicaciones Tuvimos mucha suerte pues el tiempo nos respetó y se mantuvo sin niebla durante todo el trayecto.

Después de la contemplación del maravilloso paisaje que nos rodea, el Torres es un mirador de primer orden, emprendimos el descenso por la misma ruta de la subida.
Al llegar a La Raya, nos encontramos a todo el equipo, que ya había terminado su excursión alternativa, en el bar, sentados a la mesa y empezando a degustar un socorrido menú del día, asi que sin pensarlo ni un segundo, nos unimos rapidamente al grupo y jamamos todos juntos.

Después de comer bajamos el puerto de San Isidro y nos dirigimos a la localidad de Pola de Lena y a 5 km. del pueblo, en donde empieza La Cobertoria, nos instalamos el el hotel que iba a ser la base de nuestra próxima excursión (Santa Cristina). El hotel está muy bien, mejor que el de León, pero la cena bastante peor.


Viernes día 6 (peña Ubiña)
Tras la mala experiencia de la cena, el desayuno nos sorprendió agradablemente pués era tipo bufet, mucho mas abundante y variado (huevos fritos incluidos) que el del hotel anterior en León, asi que después de llenar convenientemente "la tolva" arrancamos con los coches hasta Tuiza de Arriba, punto de partida de la ascensión del día (45 min. de viaje).

Desde el aparcamiento de la entrada del pueblo, donde dejamos los vehículos, arrancamos por el marcado camino que sube sin pérdida hasta la Vega del Meicin, donde se encuentra el refugio, que dejamos atrás y seguimos ganando altura por la pendiente herbosa hasta alcanzar el Collado Terreros.

En este punto el grupo se dividió, unos giramos a la derecha, remontando el cuestorro al lado de la alambrada que cierra los pastos hasta alcanzar la roca y embocar la ascensión por la canal de La Fana, que sin mayores problemas, solo la fuerte pendiente, hay que echar las manitas en alguna que otra ocasión y sobre todo tener cuidado con las piedras que te pueda tirar el que va por delante, te conduce hasta la cumbre de Peña Ubiña (2.417 m.), el resto del equipo, como le pareció que este itinerario era un poco "pestosillo" se fueron por la campera dirección a la Ubiña Pequeña.

Una vez en la cumbre disfrutamos de las excelentes vistas, ya que la ausencia de niebla nos lo permitió, y de un sabroso melón que el bueno de Jorge tuvo a bien transportar hasta las alturas.
 
Tras las fotos de rigor acometimos la bajada por el marcado itinerario que recorre la cresta sur hasta alcanzar el collado entre la dos Ubiñas, la pequeña y la grande, una vez en las campas nos juntamos con el resto del equipo para comer el "amaiketako" reglamentario.


Luego, tranquilamente emeprendimos el descenso todos juntos, hasta alcanzar nuevamente el refugio del Meicin, donde hicimos una parada técnica para tomar una cervezas y recuperar la compañía de Oyón y Sanvi, que se habian quedado por estos lares.

Tras este último descanso ya solo nos faltaba, para acabar la actividad montañera, el tramo final de bajada hasta Tuiza, bajamos todos silbando, recogimos los coches y de nuevo al hotel, una ducha rápida y nos fuimos a dar una vuelta por Mieres para tomar unas sidrinas antes de cenar.


Sábado día 7 (Viaje de vuelta)
Como este dia no habia que hacer monte, nos levantamos un poco mas tarde, desayunamos, mientras veíamos en la tele el primer encierro de San Fermín, luego sin demasiada prisa hicimos las maletas y nos pusimos en marcha por la autovía dirección Oviedo-Santander, haciendo un poco de turismo, visitamos la curiosa Cuevona antes de parar en Ribadesella para estirar las piernas y tomar un aperitivo, luego paramos en Naves para visitar el típico llagar asturiano El Cabañon donde nos tomamos las sidras de rigor, subimos en Niembro al morador de las playas de Toranda y Torimbia y acabamos en LLanes, en la playa de Toró dándonos un homenaje con una suculenta comida, celebrando que en toda la semana no ha habido percance de ningún tipo (solo una miserable rozadura de una bota en un pié).
Este evento fué la despedida de la excursión ya que de aqui nos fuimos rumbo a casita.