jueves, 10 de julio de 2014

EXCURSION MONTAÑERA (Cangas De Onís 2014)

Los participantes este año en la excursión: Sanvi, Oyón, Arteche, Mander, Juanje, Luisma, Angel, Andrés, Iñaki, Rafa, Pablo, Jorge y Mikel. Un par de ausencias y una cara nueva con respecto al año anterior pero el grueso del equipo, el mismo.

LUNES 30/06:
Concentración del equipo en el lugar de costumbre, Frontón de Sestao, donde realizamos las labores de estibaje del equipaje en la furgoneta y el coche de Andrés que vino de apoyo en esta ocasión, y mientras unos iban a compar pan para el amaiketako, otros nos fuimos a tomar un pequeño piscolabis en el bar mientras se esperaba al último rezagado,
 a su llegada, sin mas preámbulos se dió el banderazo de salida del viaje y comienzo de la semana.
Con Angel como siembre al volante, cogimos la autovía dirección a Castro donde paramos para recoger a Oyón, que éste si que era el último sherpa en incorporarse a la expedición.

Ya el equipo al completo continuamos viaje con destino a Asturias, paramos a comer al bonito enclave del área recreativa de Guadamía a orillas del mar, en el pueblo de Cuerres, y disfrutando del buen tiempo, dimos buena cuenta de las viandas de todo tipo que llevábamos, acompañadas todas ellas !!como no!! de las botas de vino correspondientes.
Saciado el apetito realizamos un recorrido por los acantilados del lugar, disfruntado de sus increibles panorámicas y espectaculares rincones, sin darnos cuenta pasaron así mas de dos horas.


Nos dirigimos después al pueblo de LLames de Pría, donde tomamos un refrigerio en La Pomarada  y dimos un paseo por los alrededores de su singular playa y la zona de sus afamados bufones.
Sin mas dilación nos dirigimos ya hasta Cangas de Onís donde nos instalamos en el Hotel Santa Cruz situado en una zona muy céntrica del pueblo y con unas instalaciones que nos causaron muy buena impresión a todos.
Una vez dejados ordenados todos los bártulos en nuestras respectivas habitaciones, salimos a dar una vuelta de reconocimiento por el pueblo y de paso tomar, como no podía ser de otra manera, alguna que otra botella de sidra y a las 9,15 vuelta al hotel a cenar.


MARTES 01/07:
La salida de la marcha estaba prevista para las 9 h. así que nos levantamos, todos menos Sanvi,  alrededor de la 7,30 h. para bajar al comedor a desayunar, el hotel tenía un buffet bastante digno, zumos, fruta, tostadas, embutido, queso, bollería variada etc. así que, sin demasiada prisa fuimos metiendo al cuerpo todo lo que nos apeteció, luego paso por las habitaciones para los últimos preparativos, yo aproveché para pasar por la panadería para hacer acopio de unas cuantas chapatas para los bocatas y a la hora prevista todo el mundo, como un clavo en la furgoneta para efectuar la salida.
Esta primera excursión tenía como destino el Picu Vízcares  de 1.420 de altitud, techo del concejo de Piloña, para ello cogimos dirección Arriondas y luego nos dirigimos hasta Infiesto y aqui cogimos la desviación hacia Espinaredo y pasando por la aldea de Riofábar llegar hasta el área recreativa de La Pesanca, donde dejamos los vehículos.

A pesar que el tiempo estaba nublado, nadie perdió el optimismo y animados por la extraordinaria belleza del lugar comenzamos la marcha con euforia por la pista que asciende por la orilla del rio Infierno y admirando sus bellas pozas y cascadas, casi sin darnos cuenta alcanzamos la zona de Degoes y nos desviamos a nuestra izquierda atravesando un puente para coger otra pista de hormigón que tras unos tramos de fuerte pendiente llega a un segundo puente, atravesado el cual la pista se transforma en senda, bien marcada por cierto.

A medida que vamos tomando altura la niebla se hace mas densa y empieza a mojar, continuamos no obstante hasta alcanzar la Majada de Cureñu, aqui el orballu ya es consistente y empiezan a aparecer los primeros paraguas, dichoso el que lo llevaba, llegamos a la altura de la fuente de esta majada y como cada vez la visibilidad era menor y la lluvia no cesaba, tras un pequeño cónclave, decidimos darnos la vuelta.
Comenzamos la bajada con cuidado, pués la senda, al ser de tierra, estaba un poco embarrada y resbalaba, al llegar a la pista principal, como ya no orballaba y teníamos tiempo decidimos realizar un tramo en dirección ascendente, pues por admirar el frondoso pareje y la belleza del rio, merecia la pena.


En el cruce de pistas siguiente nos dimos la vuelta y emprendimos la bajada definitiva hasta el punto de partida en La Pesanca, fuimos a los coches, cogimos la intendencia y en una de las mesas del área recreativa desplegamos todas las vianadas para reponer las fuerzas gastadas, y como Murphy no descansa un momento se puso a llover de nuevo, pero este abigarrado equipo no se amilana facilmente, sobre todo a la hora de comer, así que ayudados de chubasqueros y paraguas, aguantamos estoicamente hasta acabar los bocatas.


Cuando recogimos y emprendimos la vuelta, que casualidad, dejó de llover definitivamente. Paramos en la única tasca de Espinaredo a tomar café y unos chupitos y como es el pueblo con mayor concentración de horreos de toda Asturias, nos dimos un paseo por sus calles admirando estas construcciones.

Seguidamente iniciamos el regreso directamente a Cangas, donde parte del equipo se quedó en el hotel, me imagino que en la bañera con el pato de goma, y  el resto nos fuimos a hacer una visita al si
tio de Covadonga y de paso tomar una sidritas por el camino, haciendo tiempo hasta la hora de la cena.

MIERCOLES 02/07:
El horario de desayuno y salida, el mismo que ayer, el destino, en esta ocasión, concejo de Amieva para recorrer la Senda del Arcediano y si el tiempo lo permite, subir a la cumbre de Peña Beza.
Para ello cogimos la carretera que sale de Cangas dirección al desfiladero de Los Beyos y en Ceneya coger la desviación a la izquierda al pueblo de Amieva, que dá nombre al Concejo, y desde aqui coger la estrecha carretera que sube al collado de Angón, donde dejamos aparcados los vehículos.


El tiempo también estaba nublado pero, como el día anterior, cogimos las mochilas y comenzamos la caminata por la bien marcada senda, Sanvi y Oyón cogieron dirección contraria y descendieron los tres km. de carretera que hay hasta el pueblo.


Vamos ascendiendo por la empedrada pista, antigua senda romana, y la niebla nos envuelve, no quiere dejarnos ver mas allá de una veintena de metros, incluso en algún momento apareció la lluvia, a pesar de todo continuamos nuestro camino y llegamos a la Majada de Sabugo, la dejamos atrás y mas arriba pasamos por la de Toneyo, a partir de aqui el camino encara un duro, y larguito, repecho herboso que atacamos con paciencia, nos encontramos en este paraje un montón de perrechicos con buena pinta, que inmediatamente fueron a la mochila.
Por fin llegamos a la portilla de Tarabicu, divisoria de Asturias y León, hemos salvado 700 mt. de desnivel desde la salida, paramos a comer un tentenpié y como la niebla sigue pegajosa, pasamos de Peña Beza y emprendemos el descenso por el mismo sitio por el que hemos subido.

Cuando ya habíamos realizado mas de media bajada comenzó a levantar la niebla y a abrirse tímidos claros en el cielo, un poco tarde, pensamos todos, que le vamos a hacer.

Al llegar de nuevo al collado de Angón nos preparamos unos suculentos bocatas, pués eran las 4,30 de la tarde y la gusa apretaba, pasado este "trámite" bajamos a Amieva donde nos reencontramos con Sanvi y Oyón, nuestros dos compañeros errantes que nos estaban esperando como agua de mayo y tras tomar unos cafés y unos chupitos en el tasco del pueblo emprendimos el camino de vuelta.

Cuando llegamos a Cangas ya lucía el sol y aunque el grueso del pelotón se quedó en sus respectivos aposentos, tres valientes, Andrés, Angel y Yo nos fuimos a darnos un baño en la piscina municipal, que está justo enfrente del hotel, por cierto, el agua estaba muy buena.

Una vez relajados del esfuerzo del día, al comedor a dar buena cuenta de la cena y luego una vuelta por el pueblo tomado un trago mientras veíamos un partido de futbol del mundial.

JUEVES 03/07:
Seguimos con la misma rutina en cuanto a horarios de desayuno y salida, el destino de hoy era  San Juan de Beleño, en el concejo de Ponga para efectuar un par de ascensiones por la zona. En el momento de arrancar, las caras del "pipol" eran mas risueñas pues el tiempo prometía ser bueno.
Al llegar a Beleño continuamos la subida  hasta el Collado de los Bedules, donde aparcamos los vehículos.

Lo primero que hicimos, antes de cargar con las mochilas, fué acercarnos a visitar el bonito mirador de La Collada por la pasarela de madera que arranca practicamente desde el mismo aparcamiento, y después de admirar sus espectaculares vistas en todas las direcciones y de inmortalizarlas en las correspondientes fotos, comenzamos la caminata.

Cogimos la pista que va hacia el collado de Granceno, pero enseguida nos desviamos a la derecha por otra pista, la vista del pico Recuenco que es nuestro objetivo, nos va guiando en nuestro recorrido como si fuera un faro, vamos ganando altura poco a poco, por lo que el camino no se nos hace duro, llegamos a la campera de Les Caldes, atravesamos su agradable césped por una senda que se intuye por las piedras que van señalando la dirección, desde aquí, en todo momento podemos admirar la afilada silueta del monte al que nos dirigimos, el Recuenco.


Pasamos junto a una fuente con su pilón y subimos los últimos metros hasta alcanzar el collado de Les Caldes, un pequeño descansillo, trago de agua y a remontar el repechón final, son 250 mt. de desnivel por una senda bastante bien marcada pero con muchísima pendiente, en algún momento es preciso ayudarse de las manos para mantener el equilibrio, hasta que por fin alcanzamos la cumbre.

Las vistas desde esta atalaya son espectaculares aunque no pudimos disfrutarlas en toda su plenitud pues la niebla nos lo impidió con sus idas y venidas, después de un ratito de descanso, emprendimos el descenso, poniendo especial cuidado en las partes mas escarpadas, hasta alcanzar de nuevo el collado.
Tras otro pequeño "pasapalo" decidimos seguir hacia la s ellegunda cumbre del dia, el Collau Zorru, para ello emprendimos la marcha por el evidente camino que asciende atravesando un pequeño bosque hasta alcanzar el collado de Pumarin, con bonitas vistas a Picos, que disfrutamos a medias, nos encontramos debajo del Pico Luengo, aqui Fernándo y Rafa deciden no continuar y se dan la vuelta,  el camino normal  bordea el pico por la izquierda, pero es largo y hay que perder altura, para luego volver a recuperarla, asi que optamos por tirar casi a derecho atravesando el farallón rocoso por una brecha cerca de la cumbre, mientras subíamos por esta zona, volvimos a encontrar un montón de perrechicos, que naturalmente fueron a la mochila, y por fin alcanzamos la cresta herbosa que nos condujo hasta la cima, no sin esfuerzo, pues es larga y dura (hablo solo de monte).

Despues de felicitarnos por la consecución de la segunda cumbre del dia, comer algo,  y disfrutar de las vistas que nos dejó la niebla, que iba y venía, emprendimos la bajada, empleando el mismo itinerario que a la subida, el descenso lo hicimos todo seguido, sin parar hasta el aparcamiento en Los Bedules, donde nos volvimos a reunir todo el equipo.
La vuelta en coche la hicimos por la otra vertiente del collado de LLomena, una carretera espectacular hasta Puente Vidosa, donde hicimos una paradita para tomar unas birritas antes de llegar a Cangas.

Una vez en el hotel decidimos que antes de salir a dar una vuelta, en vez de ducha era mas apetecible un bañito en la piscina, como ayer, esta vez se apuntón alguno mas !ah! y esta vez nos cobraron la entrada a precio de jubilado, como debe ser.
 
El amigo Sanvi, después de limpiar concienzudamente, los perretxicos cogidos ambos dias, se los llevo al cocinero y nos preparó, con su asesoramiento, un revuelto de aquí te espero, del que dimos cumplida cuenta de aperitivo en la cena !Y llegó para los 13!

VIERNES 04/07:
En esta ocasión elegimos la sierra del Sueve como destino de la última ascensión de la semana y  el objetivo, su máxima altura, el Pico Pienzu, para ello, desde Arriondas cogimos la carreter a que nos condujo hasta el mirador del Fito, donde dejamos aparcados los vehículos y comenzamos a caminar.

El recorrido hasta la cumbre es de aproximadamente 6 km. y se salva un desnivel de unos 600 mts. al principio es bastante suave, el camino va remontando con poca pendiente por praderios llenos de ganado y con vistas a la costa por un lado y por el otro al valle de Arriondas, aunque la niebla, que iba y venia nos incordió lo suyo.

Después de una hora de "apacible" caminar, viene cuando la matan, el repechón final que se hace bastante larguito y que después del cansancio acumulado hizo sudar tinta a mas de uno (y de dos) pero finalmente llegamos todos a la cumbre y a su emblemática cruz.

La niebla se encargó, como otros dias, de jorobanos, en parte, las vistas  espectaculares que hay desde este punto, pero bueno, picamos algo de comer y de beber, sacamos las correspondientes fotos y después de disfrutar lo que buenamente pudimos, vuelta para abajo, por el mismo sitio por el que habíamos subido, esta vez nos costó menos esfuerzo, ja. ja.


De nuevo en El Fito, visita obligada a su renombrado mirador


Una vez cambiados y con el calzado cómodo nos dirigimos hacia el pueblo de Lastres para deleitarnos con una suculenta comida en el Rest. El Descanso, una especie de sidreria muy chula que está encima de la playa a la entrada del pueblo.

Luego, una vez saciada la gusa, subimos al mirador de la parte alta del pueblo, y admirando sus
excepcionales vistas, de la playa de La Griega, del pueblo, incluso del monte que habíamos visitado por la mañana, aprovechamos para despedirnos, con una emotiva canción, de nuestro amigo Jorge, ya que hasta aqui vienieron a buscarle sus allegados para llevarselo.

De camino de vuelta al hotel hicimos una paradita en el pueblo de La Isla, dando un paseo por su playa y visitando los horreos que jalonan sus calles.



SABADO 05/07:

Se acabó lo que se daba, llegó el último dia de la excursión, así que hicimos las maletas y después de desayunar, pagamos el hotel y nos pusimos en marcha.
 Elegimos para volver la ruta por Cabrales, subiendo al pueblo de Asiego para visitar el mirador de Picos de Europa que rinde homenaje a Pedro Udaondo, lugar de maravillosas panorámicas sobre el macizo central con su Pico de Urriello, aunque, como ya ha venido siendo habitual durante la semana, la niebla nos fastidió, a ratos, las espectaculares vistas.
A la bajada, parada en Arenas, en el Rstaurante Cares para hacerle una visita a nuestro amigo Manolo y de paso tomar un refrigerio.
Sin perder demasiado tiemto, pues la hora se echaba encima,  cogimos carretera y manta, y nos dirigimos con presteza hasta Suances, donde abíamos reservado sitio para comer, en el Restaurante Amita, donde dimos cuenta de una buena comida a base de pescado de la zona.

 Ya solo nos faltaba emprender el regreso, y ahora si que de verdad, se acabó la excursión, la furgoneta nos dejo en Sestao, en el punto de partida, y cada uno se buscó la vida para llegar a su casa.

El balance? Bueno, por lo bien que lo pasamos y el buen rollito que se respira en el grupo, aunque esta vez el tiempo nos ha tocado la tarraña.

Y ahora ya solo queda esperar al año que viene para ver hacia donde la echamos.

Para Ver mas fotos, Pincha AQUI: Excursión montañera CANGAS 2014