En un principio hubo problemas de asistencia por parte de algun "habitual", problemas de lesiones, compromisos e impedimentos de otro tipo, pero al final se pudieron ir solucionando las trabas, y el equipo quedó defenitivamente compuesto por Andoni (Jefe de finanzas), Asier (director del recorrido) , Juan (jefe médico y masajista), Gabri y Luis (animadores del grupo), Bitxi (el formal del equipo) y Pablo (encargado de escribir esta crónica).
El recorrido ha tenido dos partes bien diferenciadas, en primer lugar cuatro etapas "en linea" con una sede diferente cada dia y en segundo lugar tres estapas "circulares" con sede en El Barraco, salida y llegada en este pueblo abulense territorio bajo control de nuestro buen amigo y anfitrión David.
El Viernes dia 5 de Junio dió comienzo la frenética actividad, a última hora de la tarde, despues de recoger la furgoneta que iba a ser nuestra compañera de viaje, quedamos todo el equipo para llevar la impedimenta (equipajes y bicicletas) y proceder a su carga y estibaje con el fin de agilizar todo lo posible la salida del dia siguiente y este año quedamos en Deusto porque una vez cargada, la furgona se quedaba a dormir, a cubierto, en una plaza que "tengo libre" en el garaje mi casa.
Sábado día 6:
Conentración a las 8 de la mañana en Deusto y tras realizar los últimos ajustes en el maletero y colocar las tres bicicletas que iban en el portabicis exterior, a las 8,30 H. efectuamos la salida oficial dirección a La Rioja.
Una vez llegados a Nájera, paramos a la salida del pueblo en un lugar propicio para descargar y montar las bicis, ponernos el disfraz y coger lo necesario, y una vez metidos en el papel de ciclistas le dejamos a Bitxi a cargo de la furgona y comenzamos a devorar kilometros a las 10,30 H. para cubrir la primera etapa.
Cogimos dirección Baños de Rio Tobía, pasamos por Anguiano hasta Viniegra de Abajo donde realizamos una parada para reagrupamiento del equipo, que venia un poco disperso y de paso echar un trago (de agua) y comer algo. Hasta aqui la carretera en buen estado y el tiempo agradable.
Seguimos nuestra andadura ascendiendo por la orilla del pantano de Mansilla, en este tramo la carretera está mucho mas "rugosa" y se rueda peor pero seguimos erre que erre hasta el cruce en Vilavelayo, donde hacemos otra paradita.
Tras el refrigerio y las fotos de rigor acometemos la subida al pueblo de Neila, a estas alturas y ya pasado el mediodia, el cielo empezaba a coger un color plomizo preocupante así que al llegar a Neila mas de uno prefirió subirse a la furgo, solo continuamos en bici Asier, Bichi y Yo. A mitad de subida al puerto de El Collado comenzaron a oirse unos truenos, al principio lejanos, pero arriba sonaban como cañonazos y por si teníamos alguna duda o pequeña intención de subir hasta las lagunas,
justo en el cruce de entrada, comenzó a tirar agua que no veas, parecia que la echaban con baldes, asi que tiramos para abajo como alma que lleva el diablo !!Vaya Chupa que agarramos!!
A medida que bajábamos llovía menos, el tormentón se quedaba arriba, el caso es que, entre el calor del ambiente y la velocidad de la bajada, llegamos a Quintanar de la Sierra !!Secos!!
Después de un poco de recuperación con un pequeño piscolabis nos metimos en un pis-pas los 13 Km que nos quedadan hasta el final de etapa, en total salieron 92 Kms. desde nuestra salida en La Rioja
hasta nuestro hotel en Duruelo de La Sierra, (Soria).
Una vez instalados, después de una relajante ducha, paseito por el pueblo y alrededores, nos vimos el partido (final de la Champions, Barça-Oporto) con unas cervecitas, cena y a la cama.
Domingo día 7:
Lo primero rico desayuno para cargar pilas y a continuación preparativos para comenzar la segunda etapa, ésta toda por tierras sorianas y sin muchas dificultades orográficas
Sin mas preámbulos Luis se hizo cargo de la furgoneta y dió la campanada de salida, así que arrancamos dirección Covaleda y Molinos de Duero.
Seguimos quemando kms. sin complicaciones, pasamos por Playa Pita y llegamos a Abejar.
Hasta aqui hemos rodado a buen ritmo ya que la carretera es muy buena y el perfil, bastante favorable nos lo ha permitido, además el personal todavía andaba fresco.
A partir de este momento empieza la tachuela del día, el puerto del Mojón Pardo.
Pasamos el puerto con relativa facilidad ya que tiene rampas largas pero poco exigentes, una vez arriba, ya coser y cantar, todo cuesta abajo, cruzamos Navaleno y llegamos hasta San Leonardo de Yagüe, donde hacemos la obligada parada para el avituallamiento
Reanudamos la marcha con el buche lleno, lo que cuesta un poco al principio, pero a pesar de todo vamos ganando desnivel camino del alto de La Galiana por una carretera poco transitada entre pinares, recorrido bastante agradable, hasta llegar al mirador del cañón de Rio Lobos, donde se hace otra parada para contemplar la espectacularidad del lugar.
Después de disfrutar de las vistas del paraje y como el calor pegaba de lo lindo volvimos a coger las burras para acometer la vertiginosa bajada de La Galiana con sus espectaculares revueltas hasta Ucero, los 14 km. que faltaban hasta el final de etapa en El Burgo de Osma nos los tomamos como si de una contra-reloj se tratara, o sea a toda pastilla, así que acabamos bien calentitos. Este día salieron 91 Kms. en total.
En El Burgo nos alojamos en unos apartamentos muy chulos, asi que fuimos al pueblo a comprar unas cervezas y nos organizamos "en casa" un pic-nic para la cosa de recuperar energía.
Y como el calor apretaba que no veas, mientras el personal sesteaba después de comer, Juanito, Gabri y Yo nos fuimos a las afueras del pueblo y en bonito pozo del rio Avión (afluente del Ucero) nos dimos un baño de antología para "arreglar" el cuerpo.
Luego, ya todos juntos, vuelta para tomar algo y conocer el pueblo, que es muy bonito y a cenar a un restaurante (la comida seria del día) seguidamente un pequeño paseo nocturno para bajar la cena y a dormir, que la etapa de mañana es larga.
Lunes día 8:
Como los apartamentos no tenían sevicio de restaurante lo primero que hicimos por la mañana es buscar un bar para desayunar, despues de tomar unos "cafeses" y unos pinchos de tortilla hicimos los preparativos para tomar la salida
mientras Andoni y El Abuelo se quedaron a pagar la cuenta, el resto comenzamos la andadura ciclista sin tener lo suficientemente claro el camino a seguir por lo que a los pocos kms. de recorrido llegamos a una rotonda con una señalización confusa y no supimos para donde tirar lo que nos obligó a hacer un parón y esperarar a que llegara la furgo.
Tras echar un vistazo a la hoja de ruta y mapa correspondientes nos pusimos en la dirección correcta, que no era otra que San Esteban de Gormaz, siguiendo el buen camino pasamos por Ayllon, ya en la provincia de Segovia, continuamos pedaleando tranquilamente hasta llegar a Riaza, donde paramos para hacer el Amaiketako.
Quisimos ver el centro del pueblo y su plaza, digna de mención, pero !que casualidad! habia mercadillo y estaba todo lleno de tenderetes y gente "hasta atrás" así que nos fuimos a una campita verde a la salida del pueblo y nos sentamos a la sombra de los árboles a dar buena cuenta de las viandas que nos iban a proporcionar la fuerza necesaria para acabar la etapa.
Recuperada la actividad, con ganas renovadas, alcanzamos el pueblo de Cerezo de Abajo y alli !Oh Cielos! nos metimos en la autovía A-1, menos mal que fué un tramo corto porque circulaban unos camionazos que al pasar al lado de nuestras humildes bicicletas daban pánico.
Una vez pasado este mal trago volvimos a transitar por la relativa tranquilidad de la nacional de Segovia, hasta alcanzar la localidad Matabuena y un poco mas adelante de Gallegos cogimos la desviación a Navafria, final de etapa tras 115 Kms. recorridos, los 3 finales, que es cuando mas cansado estas, cuesta arriba !!p'a joder!!
El alojamiento estaba bien, un hotel rural an medio de la nada pero con buenas habitaciones y muy tranquilo, además estábamos nosotros solos. Tambien tenía Spa y aunque era así como de la señorita Pepi's, un yacuzzi pequeño, una pileta para nadar y una saunita, nos sirvió para hacer unas risas y relajarnos un poco despues de la paliza
.
Despues del baño "termal" nos preparamos y fuimos al cercano pueblo de Pedraza que es muy bonito, así como medieval y famoso por sus asados, despues de dar una vuelta por sus calles nos metimos entre pecho y espalda unas buenas raciones de lechazo y cochinillo o cochinillo y lechazo, como querais, regadas con buen vino de Ribera de Duero y seguidamente, sin prisa pero sin pausa, vuelta a la intimidad del hotel.
Martes día 9:
En el desayuno, este día, ya se veían otras caras, y no era de extrañar pues teníamos por delante una etapa, aunque no muy larga, bastante mas exigente que las anteriores, con dos puertos largos en su recorrido !!vaya tela!! pero como de moral es de lo que andamos sobrados una vez metidas unas calorias al cuerpo hicimos los preparativos necesarios y Asier se hizo cargo de la furgo y el resto, A Pedelar
Nada mas empezar la etapa, la carretera ya es cuesta arriba, tenemos por delante 11 km de ascensión, el puerto de Navafría no tiene ningún rampón de especial dificultad, la pendiente es bastante homogenea empieza los primeros km. al 4% y va incrementando hasta acabar casi al 7%.
Asi que nos lo tomamos con calma y vamos subiendo a ritmo tranquilo por una carretera entre frondosos pinares, disfruntando del entorno que nos rodea, hasta alcanzar la cumbre sin excesivos problemas, ya que no hubo ataques entre el personal.
Al llegar al alto, las correspondientes fotos para la posteridad y
rapidamente emprendimos la bajada para no quedarnos frios, con un pequeño susto incluido en el camino a causa de un camión maderero aparcado en medio de la carretera sin ningun tipo de señalización, pero como somos prudentes y no bajábamos muy lanzados, llegamos sin mayores problemas a Lozoya, localidad donde se acaba el descenso.
Ahora tenemos un tramo llano de unos 12 km. para "relajar" pasamos por Rascafria y enseguida llagamos a El Paular donde arranca la segunda tachuela, el puerto de Cotos pero antes de empezar a subir se hace una parada técnica para cambiar de chofer, Andoni coge la furgoneta con Gabri de copiloto y Asier la deja y se monta en la bici, tambien aprovechamos para quitar la sed con unos refresquitos.
Comenzamos la ascensión con tranquilidad, pues es larga (14 km) y aunque no es dura, no tiene porcentajes exigentes, con la acumulación de kms. cuesta arriba que llevamos empiezan a pesar las cachavas, así que ponemos un ritmo llevadero para no sufrir demasiado, nos armamos de paciencia y para arriba, a disfrutar lo que se pueda contemplando los bellos bosques que nos envuelven y escuchando el canto de los pajaritos.
Despues de un buen rato peleando con la cuesta llegamos al alto, en primer lugar lo hacemos Asier y Yo, hacemos una breve parada para recuperar el resuello y sin esperar al resto continuamos la marcha, ahora ya por terreno llano hasta el cercano alto de Navacerrada donde, ahora si, hacemos una parada como es debido, para reagrupación del equipo alrededor de una merecida tortilla y unos refrescos.
Despues de recuperadas las fuerzas perdidas no queda otra que abrigarse, pues no hacía ni gota de calor, y emprender el descenso por la vertiente madrileña
Durante la bajada nos molestó el viento mas de lo deseado, por lo que no nos quedó mas remedio que agarrarnos fuerte al manillar para no caernos.
Ya en el llano pasamos la localidad de Cercedilla y los casi 20 km. hasta el final de etapa en San Lorenzo del Escorial se nos hicieron eternos, al menos a mi, por lo pestoso del recorrido, una carretera con muchísimo tráfico por donde había que andar con mucho ojito, por lo peligroso, así que fué un alivio llegar y bajarse de la bici, despues de rrecorrer en total 85 kms.
En el famoso monasterio, despues de unas fotos rápidas para el recuerdo, recogimos todos los pertrechos, estibamos las bicis a toda prisa y nos acomodamos todos en la furgoneta, pues justo empezaba a llover.
Para acabar la jornada nos quedaba el traslado hasta El Barraco, sede de la segunda parte de la excursión por la provincia de Avila (Hora y media de viaje, con la confusión de carretera, un poco mas) alli nos esperaban nuestro buen amigo y anfitrión David y Marcelo un nuevo artista invitado, llegado directamente desde Bilbao para unirse al grupeto.
Ya relajados y con el equipo al completo nos dimos un homenaje en torno a un exquisito jamón, cedido amablemente por la dirección del Restaurante EL CHATO.
Miercoles día 10:
Para esta etapa, al tratarse de un recorrido circular y no necesitar furgoneta, estabamos el equipo al completo mas la incorporación de Ingrid, una amiga argentina de David, que estaba pasando unos dias en El Barraco y que para nuestro sonrojo, andaba en bici como una moto.
Despues del desayuno nos preparamos y salimos del restaurante El Chato, pasamos por la plaza del ayuntamiento para llenar de agua los bidones nos sacamos la foto de salida, que es algo asi como el control de firmas y comenzamos la andadura.
Los primeros kms. favorables, o sea cuesta abajo para que nos entendamos !!que bién!!
A las primeras de cambio, El Abuelo sufre un percance mecánico, se quedó sin batería, por lo que no podía cambiar, y como no habia coche de apoyo, se quedó tirado como una colilla, media vuelta y para casa, cuesta arriba y con el plato !!que agonía!!.
El resto continuamos nuestro camino, pasamos por Cebreros y al poco rato de salir del pueblo, David, el guia nos metió una pequeña encerrona, una carretera que va a ninguna parte con un cuestorro de aupa, menos mal que era corto y arriba tenía bonitas vistas donde aprovechamos para hacer unas fotos, alguna haciendo el gamba
Seguimos pedaleando por una carretera bastante tranquila y muy bonita hasta llegar a El Tiemblo, tras atravesar esta localidad llegamos a la presa de El Burguillo.
Alli nos desviamos hacia el valle de Iruelas, un paraje precioso, rodando entre árboles por la orilla del pantano hasta llegar a la casa del valle donde hicimos un pequeño recorrido adicional por una pasarela "peatonal" hasta una mirador encima del agua con una panorámica preciosa.
Salimos de nuevo a la carretera y continuamos pedaleando hasta el fondo del valle, el paisaje continúa siendo espectacular,
Nos dimos la vuelta, pues la carretera no tiene salida, desandando lo andado y como no habia nada de tráfico, algunos, los mas osados, tomaban las curvas de aquella manera.
Al llegar de nuevo a la presa, otra parada para sacar mas fotos, a Marcelo !!oh Dios mío!!, se le cayó la bici o se la tiró el viento, no se, el caso es que se le doblo la patilla del cambio y no pirulaba
tras una "enderezada" de emergencia se medio solventó el problema, para poder llegar a casa, pero no el cabreo del paisano.
La vuelta a El Barraco, sin mayores problemas aunque sufridita, con viento en contra y lo que a la salida fue cuesta abajo, ahora..... pues lo contrario.
Al llegar al pueblo despues de 73 km. recorridos, a la entrada, sentado en un banco, resignado nos encontramos a El Abuelo que nos estaba esperando.
Y para olvidar todos los males y sinsabores de la jornada, en el bar, le metimos otro tiento al jamón.
Por la tarde nos hicimos un viajecito a Avila a reparar los desperfectos de las bicicletas "averiadas".
Jueves Día 11:
Al levantarnos por la mañana estaba lloviendo de lo lindo así que nos lo tomamos con calma, como después de desayunar seguía el mal tiempo, decidimos suspender la etapa y en sustitución programamos una excursión en coche para pasar la mañana.
Salimos de El Barraco todo el equipo a bordo de la furgoneta y el coche de David camino del puerto de Serranillos, alto que coronamos silbando o sea sin cansarnos ni gota !ja ja ja! asi que lo celebramos con euforia
En la bajada paramos en San Esteban del Valle para tomar un café, continuamos el viaje, pasando por Montbeltran y por fin llegamos a Ramacastañas en cuyas afueras está el paraje donde se encuentra la Cueva del Aguila, que era el destino final de nuestra excursión. Llegamos a las 2, hora de comer por lo que la cueva estaba cerrada y por no esperar hasta las 4, nos marchamos y nos ahorramos la visita, asi que viaje en balde y vuelta para El Barraco .
A la tarde, como parecía que habia mejorado el tiempo, Marcelo y Yo nos animamos cogimos la bici y nos dimos una vuelta de 25 km .hasta Navaluenga y alli nos dimos la vuelta y regresamos lo mas rápido que pudimos pues se puso como de llover otra vez, pero fué una falsa alarma.
Despues de la ducha correspondiente, todos de viaje a Avila, parada en los cuatro postes
paseo obligado por el entorno de las murallas, un poco de callejeo por la ciudad y culminación con una cenita rica.
Viernes Día 12:
La etapa que nos preparó el amigo David para este dia tambien tenia 2 puertos puntuables pero como ya estamos rodados de toda la semana nadie se asustó, desayunamos a conciencia y nos preparamos para comenzar a rodar, en esta acasión si llevamos la furgo de apoyo, Luis fué el encargdo de su manejo.
Salimos de la misma puerta del restaurante El Chato y al final del pueblo cogimos una desviación a la derecha dirección San Bartolomé de Pinares, al principio todo de maravilla, carretera tranquila, perfil favorable, pero !!sorpresa!! para entrar en este pueblo hay que subir un repechón de los que calientan la orina y que no estaba en la hoja de ruta, aunque algunos componentes del equipo asesorados por "alguien" encontraron una escapatoria para ahorrarse la subidita de marras.
Continuamos nuestra marcha y enseguida llegamos a Herradón donde comienzan las rampas de la primera dificultad (reconocida) del día, el puerto de El Boquerón, ascensión de 8,5 km. de longitud y aunque tiene alguna pequeña rampita al 9% no es duro en demasía y como es muy bonito, es de los que se sube "a gusto" si no hay ataques por parte de algun desaprensivo y lo subes a ritmo, como en esta ocasión.
La bajada nos dejó en las mismas puertas de Avila, atravesamos la ciudad con precaución, por eso de los coches, y a la salida hicimos una parada en la clásica cuesta empedrada que bordea las murallas para hacernos la foto que no podía faltar.
Seguimos nuestro camino a buscar la segunda ascensión del día, el puerto de Navalmoral, pero en vez de coger la carretera general que nos lleva directamente, hicimos un pequeño rodeo, para hacer un poco de turismo, pasando por las localidades de Germuño y La Aldea del Rey Niño que es donde se empieza a subir verdaderamente, por aqui es donde pinchó Marcelo y !!que vergüenza!! fué Ingrid la que le arreglo el pinchazo.
La subida a este puerto se nos hizo durita, al menos a mi, y no por sus porcentajes, pero es larga, 11 km. y sicologicamente te va minando, el trazado de la carretera engaña, cuando subes un repecho y piensas que has llegado, te encuentras con otro y luego otro .... además tuvimos un desagradable compañero de viaje !!el viento!! pero a pesar de todo llegamos arriba
La bajada, muy bonita y con una carretera de primera división, hubiese sido para disfrutar si no llega a ser por el viento, que pegaba de lo lindo y nos hizo bajar con el freno de mano echado hasta el mismo pueblo de Navalmoral.
Desde aqui ya solo nos quedaban 12 km. para acabar la etapa y los hicimos como los burros de alquiler cuando vuelven a casa, o sea a toda pastilla, pasamos por San Juan de la Nava y llegamos a El Barraco con la lengua fuera, pero era !!el final del final!!
En esta última etapa nos salieron 89 kms. del ala.
Por la tarde, ya sin presión, y como fin de fiesta, nos fuimos todos al pantano a darnos un merecido baño y disfrutar de lo lindo haciendo el gamba, jugando a guerritas con unas pistolas de agua.
Aprovechamos tambien para hacernos las fotos de "promoción" con las prendas donadas por nuestro patrocinador oficial Spiuk (Flamante pack de Calcetines y Gorras)
Sábado Día 13:
LLegó la hora de decir adios a la excursión y a El Barraco, el grueso del pelotón hizo sus maletas y después de desayunar cargó todos los bártulos en la furgona y carretera y manta dirección Bilbao, mientras que Marcelo y Yo decidimos quedarnos "un ratito" mas y acompañados por Miguel Angel, hermano mayor de David, nos hicimos una etapita para aprovechar la mañana y hacer ganas de comer subiendo un puerto.
Salimos de El Barraco, pasamos por Navaluenga y llegamos a Burgohondo, donde empezamos a subir el Puerto de Mijares, comienza con un primer tramo de buena carretera, hasta Villanueva donde se estrecha y da comienzo la parte mas bonita de la subida por sus extraordinarias vistas, la ascensión es larga y nos terminó minando de lo lindo, mas por su longitud que por sus porcentajes, pero disfrutamos (cuando llegamos arriba, claro)
El descenso lo hicimos por el mismo sitio (y disfrutamos mas que subiendo) y la vuelta a casa la hicimos por donde habíamos venido, cuando llegamos de nuevo a El Barraco nos habian salido 80 kms.
Terminada la etapa, ducha reglamentaria, comida donde El Chato, unas costillitas, estibar bicis y equipaje en el coche de Marcelo y viaje de vuelta tras las despedidas de rigor. Salimos de El Barraco a las 5 de la tarde y a las 9 estábamos en Bilbao.
Y esta historia ya no da para mas así que nos toca esperar a ver que pasa el año que viene.
Para ver mas fotos, pinchar Aqui: CAMINO 2015 (Nájera-El Barraco)