
Los componentes del equipo, en principio, íbamos a ser siete u ocho, pero por diferentes razones algunos se rajaron y quedamos al final Toño, Jesus, Luisfer, Josetxu, Mikel y Yo (los viejos rokeros nunca mueren).
Salimos de Bilbao el viernes día 2 después de comer en nuestra flamante furgoneta cargada hasta las cartolas, pero como éramos seis íbamos bastante cómodos. LLegamos a dormir a un hotel de carretera en Montpelier y después de cenar unos suculentos bocatas nos fuimos a la cama sin mas preámbulos.
El caso es que a las tres y media ya estábamos aposentados y con todos los bártulos en los dos apartamentos. Sorteamos las habitaciones y cada uno fué a hacerse la cama que le había correspondido y a ordenar sus pertenencias. Colocamos todas las viandas en la cocina y picamos algo para matar el gusanillo.
Después de descansar un poco (no mucho) nos dimos una vuelta por la estación para reconocer la zona y de paso sacamos los forfaits para esquiar.
El domingo por la mañana salimos a esquiar a las 9,30 H. con un día espléndido, para llegar hasta la telesilla de comienzo tuvimos que andar cerca de 500 mt. (ya aprendimos para otros dias que es mejor esperar el autobús, que pasa cada 15 min. por la puerta de la residencia y te deja a pié de pistas)
Lo primero que hicimos fué subir a Le Grand Platiers en la telecabina, habia un poco de gente, al ser domingo y primera hora de la mañana. Las vistas del Mont Blanc desde alli son espectaculares, parece que lo alcanzas con la mano. Desde alli arrancan un montón de pistas con nombres diabólicos, la Lucifer, la Faust, la Mephisto pero que no son mas que rojas, buenas y largas, alguna de 4 km. estuvimos bajando por todas ellas, disfrutando de lo lindo. La joya de la corona de la estación es el Diamante Negro, una negra ,que deliberadamente no pisan con un muro intermedio con unos bañerones increibles, esta la dejamos para otro día.
Para regresar a casa es necesario coger un skibus hasta Samoens y alli coger la telecabina que posibilita el regreso al dominio de Flaine, donde hicimos las últimas bajadas antes de colgar la chapa.
Hicimos una amago antes de cenar de dar una vuelta por la estación y volvimos pronto al apartamento, ya que el ambiente estaba entre Nada y Nada de Nada.
El Lunes, con otro día buenísimo estuvimos zapateando la zona de Les Carroz y parte de Morillón, unas pistas muy bonitas, casi todas entre pinos, después de comer algo fuimos volviendo para acabar la jornada en Flaine, que es donde están las pistas mas cañeras.
Jesus y Yo salimos a dar una vuelta, pués habia mercadillo en el pueblo y habia algo mas de gente, estuvimos degustando cositas, salchichón, queso, turrones, probándonos sombreros, etc. pero enseguida se acabó y a casita a cenar (de 5 estrellas).
El Martes, el personal (bueno, solo algunos) se levantaron con ganas de meter caña, pero el día no estaba como los anteriores, empezaban a meterse nubes altas.
Pero no importa, eso no desanima a nadie, que venimos de Bilbao, fuerte desayuno y al tajo.
Cuando subimos por las pistas altas, la visibilidad no era demasiado buena y el relieve andaba justito, asi que nos fuimos para la zona de Morillón y por sus pistas, mas bajas y entre pinos, esquiamos de maravilla, eso si, con la nieve un poco papa.
Al mediodia, después del bocata (de solomillo, por cierto) nos volvimos para Flaine, y trás un par de bajadas, algunos (los mas prudentes) nos retiramos, pero Jesus, Toño y Josetxu aguantaron como cosacos hasta las 5 (hay que amortizar el forfait).
El miércoles, entre que salió el dia nublado (el pretexto) y que la piernas estaban tocadas, después de tres días de "lija" (la realidad) decidimos no subir a esquiar y nos fuimos de excursión, a pasar el día en Chamonix.
Una foto con los conquistadores del Mont Blanc, no podía faltar.
De vuelta, una paradita en el pueblo de Les Carroz, antes de subir a cenar al apartamento.
El Jueves cuando nos levantamos para desayunar estaba nevando, toda la moral del grupo por los suelos. No faltaron los comentarios !Teniamos que haber esquiado ayer y haber ido hoy de excursión!, claro después de vistos los c.... !macho!.
Durante toda la mañana se mantuvo nublado y anduvimos zapateando por toda la estación, sobre todo por las partes bajas, hasta después del bocata.
Por la tarde, que levantó y quedo un dia precioso, regresamos a Flaine y nos recorrimos todo lo que nos faltaba por recorrer, el Diamante Negro incluido, hasta las seis de la tarde no nos vieron el pelo por el apartamento.
El Viernes volvió a salir malo, pero esta vez no mejoró, por lo que nos fuimos de excursión, esta vez a Les Gets y a Morzine, sin parar de llover toda la mañana, incluso llegamos hasta Thonon, a orillas del Lago Leman, donde estuvimos vesitando un castillo.
Y a media tarde vuelta para Flaine, a cenar y a dejar hecho el equipaje para salir el sábado tempranito.
El viaje de vuelta lo realizamos de tirón "por arriba" o sea por Clermont Ferrand fué bastante cómodo y tranquilo, salimos de la estación a las 8 de la mañana y a las 7,35 estábamos en Bilbao. O sea, algo menos de doce horas, con la parada reglamentaria del avituallamiento.
Para ver todas las fotos: Pincha Aquí.- Flaine (2013)