sábado, 6 de octubre de 2012

PASÁ DEL PICAYO

Se conoce con este nombre el itinerario que va del pueblo de San Esteban en Asturias hasta Tresviso en Cantabria a través de la Sierra de Cocón, se trataba de un ancestral camino de tránsito de pastores y ganado que unía ambos pueblos y que fué abandonado hace muchos años al irse abriendo otros accesos mas asequibles, el camino se fué deteriorando con el deshuso y se perdió definitivamente.
Trás muchos años de abandono, el parque decidió recuperar el trazado de este antiguo camino para el disfrute del personal montañero, para lo que desbrozó el recorrido y aseguró con cables y barandillas de madera los pasos mas complicados.

Yo había realizado la ruta con anterioridad, pero en un día gris y con niebla por lo que no pude disfritar de sus preciosas vistas y me quedé con las ganas de repetirlo, por lo que el pasado viernes, 5 de Octubre , después de consultar a Aemet y ante el anuncio de un día de sol radiante,  mi primo Patxi  y Yo decidimos acometer esta bonita excursión.
Salimos de Bilbao a las 7,30 H. de la mañana, tras pasar por Panes  cogimos la carretera del desfiladero de La Hermida y aparcamos en Rumenes. a las 9,30 H. y mochila en ristre, comezamos a caminar.

El pronóstico del tiempo no se equivocó y el cielo estaba de un azul espectacular por lo que recorrimos los 3 km. de carretera hasta San Esteban en un santiamén, es en este pueblo donde comienza la ruta.


El recorido es espectacular donde los haya ya que discurre por unos parajes de extraordinaria belleza, bosques frondosos, canales casi verticales, barrancos con caidas vertiginosas sobre el rio Deva, pero es bastante exigente ya que hay que remontar fuertes pendientes para salvar los mas de 700 mt. de desnivel y tiene tambien bajadas en las que pierdes altura que tienes que volver a remontar.

pero en todos los casos el esfuerzo se ve recompensado con el disfrute de sus maravillosas vistas.


La senda está bastante bien marcada por lo que no tiene pérdida, y en los pasos mas expuesto se han colocado pasamanos de cable y alguna barandilla de madera, como medida de protección

yo pienso que estas protecciones son excesivas para las personas acostumbradas a moverse por la montaña, aunque a muchos pueden ayudarles bastante, sobre todo para aquellos que tengan vértigo

Esta excursión es mejor hacerla con buen tiempo y terreno seco, ya que con el suelo mojado hay que andar con mas cuidado y se debe prestar mayor atención en algunos pasos.


Nosotros, sin darnos excesiva prisa, pero haciendo solo las paradas necesarias para sacar las fotos de rigor y echar un par de tragos deagua, tardamos 3,45 H. en hacer el recorrido  hasta Tresviso, donde al llegar, amen de tomarnos una botella de sidra fresquita en el bar, nos homenajeamos con una "excelente" comida a la sombrita.


Después del merecido descanso y recuperación de fuerzas acometimos la bajada hasta Urdón, por la ruta clásica del camino de la Peña.


Antes de llegar a la central de Urdón como somos muy limpios y aseados decidimos quitarnos "las cascarrias" de la caminata con un bañito en el rio.






















Para finalizar la excursión solo nos quedaba bajar andando por la carretera los 2 kms. entre Urdón y Rumenes, trayecto que hicimos "silbando".
LLegamos al coche a las 5 de la tarde (por lo que, en total, invertimos en la excursión 7,30 H.) nos cambiamos y nos pusimos en marcha de vuelta a Bilbao.

Para ver mas fotos de esta excursión Pinchar AQUI: Pasá del Picayo


martes, 10 de julio de 2012

POR TIERRAS ASTUR-LEONESAS



Como no podía ser de otra manera, llegada la primera semana de Julio, el equipo de "expertos" montañeros formado por los "abajo firmantes" se puso en marcha para realizar su tradicional andadura por esas montañas de Dios durante una semanita.


En esta ocasión tuvimos la baja del amigo Fernándo que andaba de viaje por el extranjero, pero por el contrario, recuperamos a Dioni, que aunque todavia está un poco renqueante de su rodilla se animó a acompañarnos y tambien tuvimos la incorporación al grupo de Fide, un nuevo y valioso fichaje.

Este año decidimos "explorar" parte de la Cordillera Cantábrica, desconocida para casi todos y preparamos la expedición dividida en dos sectores, la zona de los Mampodres en León y la zona de las Ubiñas en Asturias, que no están muy lejos la una de la otra, aprovechando el dia de "transición" para hacer otra ascensión en el puerto de San Isidro.

Lunes Día 2 (día de viaje).
Como viene siendo habitual, el lugar de concentración para la partida fué el Frontón de Sestao, alli nos presentamos todos a la 9 de la mañana, bueno algunos algo mas tarde, además el bueno de Jorge llegaba de viaje a las 8 y venía directamente del aeropuerto,  pero todos tranquilos pues no había demasiada prisa.

Después de los saludos de rigor y algún cafecito que otro, nos pusimos manos a la obra para estibar toda la impedimenta en la furgoneta de Erakus (habitual compañera de fatigas) y el coche de Dioni en esta ocasión, antes de ponernos en marcha camino de Castro Urdiales  para recoger a Oyón.
Una vez el grupo al completo, cogimos la autopista rumbo a Santander-Torrelavega-Reinosa-Aguilar de Campoo y ya por carretera Cervera de Pisuerga-Guardo,aqui pusimos el navegador con destino a Valporquero, pero habia dos (de Rueda y de Torio) y, que casualidad, pusimos el que no era, así que nos hicimos unos kilómetros extra hasta llegar a Valporquero de Torío que era el nuestro, donde se encuentra la famosa Cueva que queríamos visitar.

LLegamos alrededor de las 14,30 H. y con bastante hambre, así que como el entorno de la cueva está muy bien preparado con cantidad de sitios y mesas para hacer pic-nic lo primero que hicimos fué elegir el que mas nos gustó y sacar la viandas que llevábamos preparadas al respecto (como siempre, comida para una boda, !!no!! para dos).

Seguidamente unos cafés en el bar y a sacar las entradas para la visita de la cueva que empezaba a las 16,30 acompañados por un guia y otra media docena de despistados que habían caido un lunes por alli.

La visita duró 1,30 H. aproximadamente y visitamos siete salas, la verdad es que nos sorprendió y salimos muy contentos. La cueva es espectacular, de unas proporciones increibles y está muy bien acondicionada. mereció la pena pagar los 7 eurakos que nos cobrabaron la entrada.

Tras las prácticas de espeleología nos dimos una vueltina por el entorno, que es muy bonito y rápidamente pusimos rumbo hacia Puebla de Lillo, al hotel de concentración (Ruta del Porma) para instalarnos, salir un momento a conocer el terreno de operaciones y cenar (muy bien, por cierto). A continuación, breve salida nocturna, para bajar la cena.

Martes día 3 (Los Mampodres).
Nos levantamos a las 7 de la mañana, a las 7,15 desayuno, bastante frugal, coger las mochilas y a la furgo, pues teníamos 30 km., 45 min. de viaje, pues las carrtera se las trae, por el puerto de Las Señales, hasta Maraña, punto de partida de la excursión de hoy.
Después de aparcar convenientemente (al tercer intento) comenzamos a caminar, el grupo al completo, por una pista que va ganando altura en dirección SE hasta los prados situados en el circo formado por la cara norte bajo las cumbres a las que nos dirigimos.

 Aqui perdimos de vista a Sanvi y Oyón, que se quedaron por esos bonitos prados un poco a su bola.

El resto continuamos ganando altura por una pendiente herbosa hasta alcanzar el collado situado mas a nuestra izquierda, tras una breve parada para recuperar el aliento seguimos subiendo hasta llegar a la cumbre de la Peña Valjarto (2.038 mt.) primera cima de nuestro recorrido.

En este punto tras echar un trago de agua para refrescar el gaznate, Jon, Luisma y Rafa decidieron darse la vuelta y bajar por donde habian subido, el resto continuamos por el cordal cimero perdiendo un poco de altura y pasando a la vertiente sur para acometer la ascensión a la segunda cumbre del día la Peña del Mediodía (2.177 mt.) que alcanzamos sin ningún contratiempo pero con esfuerzo.


Tras otro pequeño receso, continuamos nuestro camino hacia el siguiente collado, pero aqui la arista se complica un poco y encima como no cogimos el camino adecuado tuvimos que echar el culo al suelo an mas de una ocasión, al llegar al collado encontramos los hitos que marcaban el camino, pero los volvimos a perder y no fuimos capaces de hallar un paso asequible para emprender el siguiente ascenso, entonces Dioni y Fide decicieron abandonar y bajar por la canal hacia el norte para volver a Maraña y el resto fuimos perdiendo altura (demasiada) para coger la ladera sur, que es la mas asequible y tras denodado esfuerzo por la pendiente y su largura, pues hubo que remontar todo lo que habíamos bajado, alcanzamos la Peña El Convento (2.156 mt.).
   
Ya solo nos faltaba una cumbre para completar la integral, pero la última ascensión pasaba factura al "pipol" que si la pierna, que si la bota me hace daño, que es mucho, pero después de comer un tentenpié, Josetxu, Jorge y yo sin pensarlo mucho arrancamos, bajamos al collado Valverde y emprendimos la subida hasta la cumbre de la Peña La Cruz (2.196 mt.), techo del macizo del Mampodre.

Dió la casualidad que en las inmediaciones de la cumbre nos encontramos con Calleja (el de TV 4), que por cierto no se quiso sacar una foto con nosotros, peor para el.
Sin perder demasiado tiempo emprendimos el descenso hasta el collado Valverde, donde nos reunimos de nuevo con Angel, Iñaki y Juanje y comimos todos con un poco mas de fundamento, incluso echamos unos tragos de vino.
Desde este collado ya emprendimos el descenso por una canal  ancha que baja por debajo del Cervunal, primero de hierba, con mucha pendiente y luego se mete en un pedregal bastante pestosillo, a mi por lo menos se me hizo eterna, hasta alcanzar los prados donde cogimos la pista por la habíamos subido, y sin mas llegamos a Maraña a la 4,45 H.
(Invertimos en todo el recorrido circular, 7,30 H en total)

En el pueblo solo nos entretuvimos para refrescarnos un poco, pués la gente que no habia hecho el recorrido entero estaba ya un poco cansada de esperar, así que nos cambiamos y nos fuimos a tomar unas birras al bar que hay en el alto del Puerto de Tarna, que nos pilla de paso para la Puebla de Lillo.

Tras una reconfortable ducha en el hotel salimos a dar una vuelta por el pueblo, a tomar unos claretes de la zona (prieto picudo), glorioso descubrimiento y unos pinchos que dan con cada consumición, y luego a cenar !una pasada!

Miércoles día 4 (Peña Ten)
Misma dinámica del día anterior, volvimos a repetir la misma ruta del día anterior con la furgo, pero esta vez hasta el pueblo de La Uña, un poco mas cerca, en las inmediaciones del pueblo sale una pista por la que nos metimos con los coches cerca de un km. aparcamos en un prado, cogimos los bártulos y para arriba por la pista, otros 3 km. mas, que va subiendo por el bonito valle de Valdosín, por la orilla del rio del mismo nombre, hasta llegar a unos refugios de ganado.

 Desde este lugar la cumbre no la llegamos a ver pués estaba tapada por la niebla pero continuamos subiendo por el camino perfectamente balizado con dirección al puerto de Ventaniela, límite con Asturias, tras recorrer poco mas o menos 1 km. abandonamos esta ruta para coger un desdibujado sendero de ganada que nos adentra en el valle de Cardal, entre la Peña Ten y la Peña Pileñes.

Vamos ganando altura "comodamente" junto al totrrente que baja por este recóndito valle en una ascensión, larga pero no muy pendiente, por terreno herboso que no machaca mucho los pies, hasta alcanzar el collado de Cardal, los asturianos le llaman el collado de las Arriondas, atalaya con vistas espectaculares de Picos de Europa, pero que en esta acasión nos tuvimos que conformar con No Ver Nada.


Aqui, Juanje y Dioni decidieron dar media vuelta pués estaba un poco "tocados" fisicamente y la pendiente que hay desde este lugar a las inmediaciones de la cumbre es peliaguda, de esas que te sacan el aire del pecho y calientan la orina.

Acometemos esta pindia subida con tranquilidad por un sendero muy evidente, al principo, pero que se va desdibujando hasta desaparecer, acabamos subiendo campo a través a "güevo" que dicen algunos, lo bueno es que ganas altura rapidamente. En Todo momento conservamos la esperanza que despejase del todo, pues la niebla entraba y salia sin parar.

Así llegamos por fin a la cumbre Peña Ten (2.142 mt.) y todo nuestro gozo en un pozo, la niebla, lejos de despejar se cerró aun mas y no pudimos disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece esta cumbre.


Después de comer un poco y hacer un par de fotos, como no se veía gran cosa, acometimos el descenso siguiendo la arista, por la vertinente opuesta a la que habíamos subido.

Fuimos bajando practicamente a ciegas, el personal un poco nerviosillo diciendo "donde iremos a salir" pero cuando la niebla fué quedando atrás, todo el mundo tranquilo al comprobar que llevábamos la dirección correcta y sin mas problemas llegamos de nuevo a la majada de Valdosín, donde nos reencontramos con Juanje y Dioni y todos juntos hicimos la comida "seria" del día, a la orilla del rio y con unas expectadoras de excepción.

Desde aqui hasta la furgo, coser y cantar, "paseando" por la pista a orillas del rio. (Tiempo total invertido en la excursión, 5,30 H).

Antes de volver al hotel nos dimos una vuelta por Burón, un pueblecito cerca de Riaño, pues alguno tenía ganas de conocerlo.

Ya en Puebla de Lillo, la rutina de siempre, ducha y "ruta" de vinos con sus respectivos pinchos, hoy tortilla de patata, prometida el día anterior por una gallega muy simpática que conocimos el día anterior, entre otras cosas. Por la noche, después de cenar, alguno, se fué de fiesta hasta altas horas, confraternizando con los lugareños.


Jueves día 5 (Pico Torres)
Después del desayuno, un poco mas tarde esta vez, y de liquidar la cuenta del hotel, recogimos los bártulos y salimos destino al Puerto de San Isidro, aparcamos los coches en La Raya, donde se accede a la estación de Fuentes de Invierno, desde este punte se ve perfectamente la esbelta cumbre del Pico Torres, nuestro objetivo de hoy.

Como el tiempo no estaba muy claro, la niebla iba y venía y ademas hacia un viento bastante frio, unido todo esto a que los ánimos de alguno, después de la noche anterior, no estaban muy "p'allá"  el personal empezó a rajarse y se montó una excursión alternativa al Lago del Ausente, cerca de la estación de esqui de San Isidro, solo aguantamos el tirón los incombustibles Angel y Un Servidor, que tiramos para arriba como estaba previsto.

Comenzamos la ascensión justo enfrente del Bar, dirección N por un camino entre piornales "escobas" que estaban mojadas y acabamos con las piernas bien refregadas fuimos superando lomas por camino poco evidente, al principio, ya nos engatamos alguna vez entre la maleza, luego ya cogimos la senda que circunvala el pico hasta el collado Valverde, ya por la otra vertiente y por una empinada canal herbosa, al final, al llegar a la roca hay que echar un poco las manos, alcanzamos la cumbre de Pico Torres (2.104 m.), sin mayores complicaciones Tuvimos mucha suerte pues el tiempo nos respetó y se mantuvo sin niebla durante todo el trayecto.

Después de la contemplación del maravilloso paisaje que nos rodea, el Torres es un mirador de primer orden, emprendimos el descenso por la misma ruta de la subida.
Al llegar a La Raya, nos encontramos a todo el equipo, que ya había terminado su excursión alternativa, en el bar, sentados a la mesa y empezando a degustar un socorrido menú del día, asi que sin pensarlo ni un segundo, nos unimos rapidamente al grupo y jamamos todos juntos.

Después de comer bajamos el puerto de San Isidro y nos dirigimos a la localidad de Pola de Lena y a 5 km. del pueblo, en donde empieza La Cobertoria, nos instalamos el el hotel que iba a ser la base de nuestra próxima excursión (Santa Cristina). El hotel está muy bien, mejor que el de León, pero la cena bastante peor.


Viernes día 6 (peña Ubiña)
Tras la mala experiencia de la cena, el desayuno nos sorprendió agradablemente pués era tipo bufet, mucho mas abundante y variado (huevos fritos incluidos) que el del hotel anterior en León, asi que después de llenar convenientemente "la tolva" arrancamos con los coches hasta Tuiza de Arriba, punto de partida de la ascensión del día (45 min. de viaje).

Desde el aparcamiento de la entrada del pueblo, donde dejamos los vehículos, arrancamos por el marcado camino que sube sin pérdida hasta la Vega del Meicin, donde se encuentra el refugio, que dejamos atrás y seguimos ganando altura por la pendiente herbosa hasta alcanzar el Collado Terreros.

En este punto el grupo se dividió, unos giramos a la derecha, remontando el cuestorro al lado de la alambrada que cierra los pastos hasta alcanzar la roca y embocar la ascensión por la canal de La Fana, que sin mayores problemas, solo la fuerte pendiente, hay que echar las manitas en alguna que otra ocasión y sobre todo tener cuidado con las piedras que te pueda tirar el que va por delante, te conduce hasta la cumbre de Peña Ubiña (2.417 m.), el resto del equipo, como le pareció que este itinerario era un poco "pestosillo" se fueron por la campera dirección a la Ubiña Pequeña.

Una vez en la cumbre disfrutamos de las excelentes vistas, ya que la ausencia de niebla nos lo permitió, y de un sabroso melón que el bueno de Jorge tuvo a bien transportar hasta las alturas.
 
Tras las fotos de rigor acometimos la bajada por el marcado itinerario que recorre la cresta sur hasta alcanzar el collado entre la dos Ubiñas, la pequeña y la grande, una vez en las campas nos juntamos con el resto del equipo para comer el "amaiketako" reglamentario.


Luego, tranquilamente emeprendimos el descenso todos juntos, hasta alcanzar nuevamente el refugio del Meicin, donde hicimos una parada técnica para tomar una cervezas y recuperar la compañía de Oyón y Sanvi, que se habian quedado por estos lares.

Tras este último descanso ya solo nos faltaba, para acabar la actividad montañera, el tramo final de bajada hasta Tuiza, bajamos todos silbando, recogimos los coches y de nuevo al hotel, una ducha rápida y nos fuimos a dar una vuelta por Mieres para tomar unas sidrinas antes de cenar.


Sábado día 7 (Viaje de vuelta)
Como este dia no habia que hacer monte, nos levantamos un poco mas tarde, desayunamos, mientras veíamos en la tele el primer encierro de San Fermín, luego sin demasiada prisa hicimos las maletas y nos pusimos en marcha por la autovía dirección Oviedo-Santander, haciendo un poco de turismo, visitamos la curiosa Cuevona antes de parar en Ribadesella para estirar las piernas y tomar un aperitivo, luego paramos en Naves para visitar el típico llagar asturiano El Cabañon donde nos tomamos las sidras de rigor, subimos en Niembro al morador de las playas de Toranda y Torimbia y acabamos en LLanes, en la playa de Toró dándonos un homenaje con una suculenta comida, celebrando que en toda la semana no ha habido percance de ningún tipo (solo una miserable rozadura de una bota en un pié).
Este evento fué la despedida de la excursión ya que de aqui nos fuimos rumbo a casita.



domingo, 3 de junio de 2012

RUTA POR LOS BEDULES

Estando de "finde" largo en Asturias y viendo que el tiempo era bueno, el Viernes 1 de Junio, madrugé, cogí el coche y a las 8 de la mañana estaba pasando por San Juan de Beleño, camino del collado de LLomena, pues tenía ganas de hacer un recorrido por esta zona del Concejo de Ponga.



 Dos kilómetros antes de llegar al alto, aparqué, me calzé las botas, cogi la mochila y a las 8,30 estaba caminando por la pista que sube al collado de Los Bedules. con la sana inteción de hollar alguna cumbre de este maravilloso entorno.


En poco mas de 20 min. llegué al susodicho collado, me sorprendió, que a las 9 de la mañana hiciera ya 20º  estando a algo mas de 1.000 mt. de altura. Perdí, primero 10 min. admirando el impresionante paisaje que desde aqui se domina y luego 20 min. mas porque cogí un camino equivocado, al llegar al abrevadero de la foto,  me fuí por el camino que sale por su derecha, pues no, es por la primera de pista  de las dos de la izquierda, la menos evidente, que le vamos a hacer, media vuelta y p'atrás que rectificar es de sabios.



Una vez encarrilado por el camino bueno, enseguida se desemboca en una pista que toma decididamente dirección sur, ya no hay pérdida posible, además la pirámide del Recuencu se va viendo en todo momento y nos sirve de "guia".


La pista va ganando altura suavemente, con algún pequeño repecho de vez cuando, pero en general es bastante cómoda. Hay varios abrevaderos (con agua) por el camino donde me puedo refrescar, y las vistas y paisajes que me acompañan en todo momento hacen que la subida "ni se note"




Tras casi 7 km. de recorrido alcanzo los prados de Les Campes, justo al pié de la mole del Recuencu, desde aqui acometo la subida por la fuerte pendiente que va zigzagueando, primero por terreno herboso, por un camino no muy marcado pero bastante evidente, con hitos de piedras, muchos de ellos caidos, que voy reconstruyendo mientras subo, hasta llegar el roquedo, se entra a traves de una pequeña canaleta en una ladera por donde continua el sendero que sin aflojar la pendiente me lleva a la cumbre.

Toda la sudada de la ascensión ha merecido la pena, pues las vistas de este mirador de primer orden son una maravilla, mires para donde mires, tras sacar las fotos de rigor, me como una pera con un aquarius y un par de onzas de chocolate y como nuevo.

Antes de emprender el descenso, le echo una mirada al Collau Zorru, y pienso !no está tan lejos!, miro el reloj, hago un cálculo aproximado de lo que se puede tardar y como veo que me puede dar tiempo y me digo !Animo Pablo, ya que estás aquí, a por el!.



Bajo con cuidado y de nuevo en Les Campes  tomo un camino bien marcado que me lleva al collado de Pumerin, otro lugar espectacular con increibles vistas de Picos.

De aquí el camino se dirige hacia la izquierda del Pico Luengu, pero yo pienso que es mas corto tirar "a derecho" y dicho y hecho, empiezo a subir "a güevo" flanqueando el pico por su derecha, por unas laderas herbosas de fuerte pendiente y cruzando el contrafurte rocoso por una pequeña horcadina saliendo al collado que da acceso a la cumbre.



Al poco tiempo de llegar a la cima empezaron a entrar por la zona del Maciédome  y Tiatordos unas nubes negras bastante sospechosas, y pensé que mejor comer el bocata abajo, por "siaca" pues no me apetecía bajar por donde había subido con el suelo mojado, así que sin prisa pero sin pausa comencé el descenso.

En un pis-pas llegué a Pumerín, donde descansé un ratito, relajando la vista y luego volví a pasar por Les Campes y un poco mas abajo, en una campa, a la verita de la fuente-pilón (que me gustó a la subida) y como todavía las nubes no habian llegado hasta alli, me senté para hacer "la comida fuerte" del día (bocata de sardinillas) je.je.


Estando en "los postres" o sea con una naranja y un poco de chocolate, empezaron a escucharse truenos en la lejanía (pero no muy lejos) así que pensé que lo mas prudente era recoger el campamento y arrancar para abajo cuanto antes, y eso hize, sin poder abstraerme de vez en cuando a dar media vuelta para ver las dos cumbres que "habian caido".

Justo al llegar a Les Bedules , comenzaron a caer unas gotas que me hicieron apretar el paso, pero no llegó la sangre al rio, antes de llegar al coche (fin de trayecto por hoy) volvia a hacer resolillo otra vez.

Datos de la marcha:  Distancia recorrida           19,75 Km.
                                Tiempo invertido              8 H. 10 min. (Incluidas las paradas)      
                                 Desnivel acumulado       1.645 mts.
 

jueves, 3 de mayo de 2012

Excursión por Francia (Charente Maritima)



Aprovechando que la fiesta del 1º de mayo caía en Martes y se formaba un puente de cuatro dias, el equipo formado este año por Mikel y Rosa, Patxi y Mª Angeles, Marisol y Merche , Marian y Yo, decidimos dar una vueltecita por la comarca francesa de Charente Maritime region atlántica por excelencia, con impresionantes forticaciones por doquier, construidas en su día (siglos 14º y 15º) para defenderse de los ingleses, que en aquella época debían de ser "muy malos" Para ello tomamos como sede  LA ROCHELLE.

Lo primero que hicimos fué reservar el hotel:                      
             (La Tour de Nesle)

No era como pa echar cohetes, las habitaciones muy corrientitas, pero no estaba mal, el precio era bueno y el desayuno muy bien y sobre todo una ubicación inmejorable, en el mismo puerto viejo con vistas a las torres que defienden su entrada.






Como eramos 8, en lugar de llevar dos coches, decidimos alquilar una furgoneta, asi fuimos todos juntos, en alegre camaradería, haciendo el viaje mas divertido.




Salimos de Bilbao, el Viernes a las 3,30 de la tarde, sin llover, y tras un par de paraditas llegamos a La Rochelle a la 9 de la noche, nos instalamos en el hotel y salimos a dar una vuelta y buscar un sitio para cenar, ya con los paraguas abiertos, no fué fácil, pues estos franceses son bastante setas y cierran la cocinas bastante pronto, al tercer o cuarto intento encontramos uno que nos dió de cenar "por los Pelos".


Al salir llovia de lo lindo, así que sin mas preámbulos nos fuimos para el catre.

El Sábado, nada mas levantarnos, mirar por la ventana !!lloviendo!! que mala pata, pero bueno ya íbamos advertidos por las predicciones meteorlógicas, así que bajamos tranquilamente a desayunar y a continuación nos fuimos a la Oficina de Turismo a recabar información de los alrededores, alli tomamos la decisión de dar una vuelta por la Isla de Rè, así que nos preparamos, porque además de llover, hacia fresquete, nos montamos en la furgo y hacia alli nos dirigimos, poniendo al mal tiempo buena cara.
Para entrar a la isla hay un puente, de peaje (8 Euracos) por vehículo, menos mal que solo llevamos uno, ja.ja.

La capital de la isla, San Martin de Ré es un encantador pueblo totalmente fortificado, 14 km. de murallas levantadas en el siglo XVII que todavia sigue intactas. El puerto está lleno de restaurantes y terrazas y las callejuelas colindantes con cantidad de tiendas, en fin un precioso conjunto que invita a pasear, pero con mejor tiempo !carajo! a nosotros no nos paró de llover en todo el dia, asi que paseamos por interiores, estuvimos visitando el mercado y ..... algo bueno teníamos que encontrar, por un módico (muy módico) precio nos comimos, a los que nos gustan, un montón de ostras.


Después de tomar un vermouhtcito llega la dificil tarea de encontrar un lugar idoneo para darle al bocata, pues seguia lloviendo, tras un montón de vueltas por los alrededores en Santa Maria de Ré, cerca de la plaza del pueblo encontramos un sitio resguardado con una marquesita donde pudimos hacer nuestro pic-nic, de pié, pero sin mojarnos, menos dá una piedra.


A continuación nos fuimos a La La Flotte, otro bonito pueblo a tomar un cafecito, unos y una copita, otros y tras este piscolavis nos dirigimos de vuelta hacia el puente para salir de la isla !Ah, por cierto! a la salida no cobran (vaya chollo).

De nuevo en el continente, como era pronto para volver "a casa" y
aunque seguia lloviendo, nos dirigimos hacia el norte a  Marsilly y  a
Esnandes, dos pueblos no muy lejanos. para visitar sus respectivas iglesias, que son de una construcción  muy singular y curiosa, en Marsilly nos cobraron 2 Euros por subir (a pié), no se cuantas escaleras para llegar al campanario y observar sus vistas, que tampoco son nada del otro mundo, y como el tiempo no estaba bueno, peor.




 Nos gustó mucho mas la de Esnandes, que también cobran por subir a su tejado almenado, no se cuanto, porque esta vez no
subimos.




Desde aquí si que nos fuimos directos de vuelta a La Rochelle, dejamos la furgo en el parking y nos dirigimos a la zona del puerto, entramos en uno de los bares mas emblemáticos de la zona, muy bonito,   con  tres plantas, donde nos encontramos trabajando una chica de Tenerife, que nos dió algunas referencias de donde poder cenar y hacia alli nos dirigimos, habia bastante gente por la zona, asi que nos costó un poco encontrar un sitio para los 8, pero al final lo conseguimos, y no cenamos nada mal por cierto, y el precio bastante razonable. Callejeamos un poco para bajar la cena, y entre que llovia y habia poco ambiente nos fuimos a la cama enseguida.


El Domingo, al levantarnos y  ver que no llovia y habia intervalos azules en el cielo, incluso algo de solete, se nos cambió la cara y bajamos a desayunar con mejor estado de ánimo. Este dia decidimos visitar por la mañana la Villa galo-romana de Saintes, con varios lugares de interés. Visitamos en primer lugar la iglesia de St. Euthrope, tanto la cripta como el templo, que por cierto es parada en el camino de Santiago,















desde aqui, como está bastante cerca nos fuimos dando un paseo hasta las ruinas del Anfiteatro, que como eran las 12,10 estaba cerrado, pero desde fuera se ve bastante bien, merece la pena.



Volvimos a coger la furgoneta y nos fuimos a visitar, en el otro extremo del pueblo, la Abadía des Dames, que es preciosa y nos gusto mucho.
Como cuando salimos estaba lloviendo un poco, aprovechamos para hacer un receso y tomar un aperitivo en un bar y de paso hacer una visitita al "Sr. Roca"

Antes de marcharnos de Saintes fuimos a ver el Arco del Triunfo de Adriano, ubicacdo en una plaza a la orilla del rio.
 
Aunque nos dejamos en el tintero algunas visitas (El Museo Romano, La Catedral de St. Pierre) no hay tiempo para todo, emprendimos viaje rumbo a la Isla de Olerón.

Como para llegar al puente que da acceso a esta isla hay que pasar muy cerquita de Marennes (Capital de la Ostra) no pudimos sustraernos ha hacer un pequeño desvio y visitar la zona, donde hay innumerables cultivos ostrícolas, amén de hacer una "pequeña cata" ya que era la hora ideal para el aperitivo.




Como eran ya cerca de las tres de la tarde y el aperitivo nos revolucionó los jugos gastricos, sin mas dilación buscamos (y encontramos enseguida) un sitio ideal para sacar el arcón de las viandas y proceder a la comida. El cielo estaba "entreverao" o sea nubes y claros, pero cuando estábamos en lo mejor, con el bocata y vaso de vino en la mano, se puso negro de repente y empezó a caer agua de lo lindo !no veas la que se armó! desbandada general, todo el mundo corriendo a resguardarse a la furgo, con los correspondientes daños colaterales (derrame de vino sobre los asientos) el caso es que al cuarto de hora lucía el sol otra vez, un mal trago.


Luego quedó una tarde muy buena, asi que aprovechamos y nos recorrimos practicamente toda la isla, visitamos el faro de Chassirón , el puerto de La Cortinière, dimos una vuelta por el pueblo de Saint Denis, paramos en varios puntos de la zona costera del sur de la isla.











Como no teníamos tiempo, nos faltó visitar Boyardville, y realizar la excursión en barco a Fort Boyard. Hay que dejar algo para el próximo viaje.

De camino de vuelta aprovechamos para hacer una rápida visita a Brouage, curiosa ciudad (mas bien, pueblo) amurallado del siglo XVI, que fué visitada por el rey Luis XIV, segun dice una inscripción en uno de sus muros.


 También vimos, cerca de Rochefort , un puente colgante de hierro, similar al nuestro de Portugalete, pero en pequeño, sobre el rio Charente.

Una vez en La Rochelle, unas vueltecitas por los alrededores del puerto y a cenar, que si te entretienes, no te dan en ningun sitio, paseito nocturno y a dormir.


El Lunes, por fin un dia bueno y esto, quieras que no, te carga las pilas de la moral a tope. Después del desayuno, el dueño, nos invitó a subir a la terraza de la azotea del hotel que tiene unas vistas extraordinarias de todo el entorno para poder sacar unas fotos, se lo agadecimos, y subimos

A continuación dedicamos la mañana a descubrir "en profundidad" la ciudad vieja, recorrimos sus peculiares calles, la mayoria de ellas aporticadas, ¿será por el mal tiempo frecuente? descubrimos sus rincones admirando la mezcla de edificios de arquitectura tradicional con otros monumentales de piedra, visitamos los mas emblemáticos e interesantes.

 El Ayuntamiento (es una joya), La Torre del Reloj, el Palacio de Justicia, La Bolsa, La Catedral, que es una mole que no dice nada por fuera, pero que por dentro no está mal, tiene unas bonitas vidreras.


Tras tomar un cafelito en el rococó Café de la Paix en la Plaza Verdún, nos fuimos hacia la playa y a visitar las tres torres de defensa del puerto, la de St. Nicolás, la de La Cadena y la de La Linterna, y todo su entorno.
















 Las visitamos por fuera, cobraban 6,50 E. por visitar una torre y 9,50 E. por la visita a las tres, no es que sea caro, pero, entre pitos y flautas, te lleva mas de hora y media y teníamos otros planes.

Fuimos a por la furgo, embarcamos, y nos dirigimos otra vez a la Isla de Ré, primero comer y luego visitar de nuevo los lugares de interés, pero esta vez con buen tiempo.

La comida, en plan Pic-Nic, la realizamos en un área al lado de una playa a las puertas de la fortaleza de San Martín, un sitio de lujo.


A continuación nos fuimos andando hasta el centro del pueblo a lo largo de la muralla sobre el mar, un paseito, y pudimos "admirar" en el trayeto a los famosos burros con culote típicos del lugar.



Despues de tomar un café en la zona del puerto y zapatear por sus calles aledañas, llenas de tiendas, casi todas de "turistadas" volvimos hasta la furgo, otro paseito, para dirigirnos a ver el Faro des Baleines  y sus alrederores.

 














Cuando regresamos a La Rochelle, ya estaba anocheciendo asi que de nuevo emprendimos la "dificil tarea" dada la hora, de buscar un sitio para cenar, pero lo encontramos.

 
Acabamos un poco tarde, del horario francés claro, y al salir como hacia un calor muy raro (o sea frio) y visto lo visto, el ambiente nocturno de dias anteriores nos fuimos poco a poco pero directamente al Hotel. 

El Martes: Como era el último día y hacia bastante bueno, habia que aprovecharlo al máximo, así que desayunamos, recogimos los bártulos y después de pagar la cuenta y cargar la furgo nos pusimos rumbo a Rochefort, villa con un arsenal maritimo importantísimo, el mas prestigioso astillero francés de su época  y que nos propusimos visitar


Empezamos por la Cordelería Real, un impresionante edifico de mas de 370 mt. de longitud, construido en tiempos de Luis XIV, donde se fabricaban todos los cordajes y cadenas de los barcos de guerra de aquella época, continuamos la visita por los diques y darsenas cercanos, en uno de ellos, desde hace varios años se está contruyendo una réplica de la fragata Hermione, con la que, en su día (1.780) Lafayette cruzó el atlántico rumbo a Canadá.

Salimos de todo este "montaje" por la grandiosa puerta que está al lado de Museo de la Marina y nos adentramos en el pueblo, dimos un pequeño paseo (habia mercadillo) y visitamos por fuera la casa del marino y escritor Pierre Loti. hoy convertida en museo.


Desandando lo andado, regresamos tranquilamente al parking de la Cordeleria donde habíamos dejado aparcada la furgoneta y nos pusimos de viaje dirección Sur, de camino, antes de llegar a Saintes se encuentra, en medio de un bosque milenario el precioso palacio de La Roche Courbon, con sus magnificos jardines,  y que no pudimos pasar sin dejar de verlo.















En los aledaños del palacio, dando un paseito de unos 800 mt. por el bosque hay un enclave con una serie de cuevas donde se han encontrado vestigios prehistóricos, pues hasta alli nos fuimos, ya que formaba parte de las visitas incluidas en el precio de la entrada.

Acabada esta visita, cogimos la autopista dirección Burdeos, paramos en un aréa de descando la mar de chula, a dar cuenta de la últimas viandas y cuando terminamos, rumbo a España, a casita.

Para ver mas fotos de la excursión: Pincha Aqui....LA ROCHELLE